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Permiso de conducir

El coche ya no es una prioridad a los 18 años

El número de carnés de conducir expedidos se reduce a la mitad desde la crisis La precariedad y la caída demográfica son dos de las causas

Varios coches de autoescuelas en una calle. levante-emv

Se dice de ellos que son la generación más formada, pero la mayoría no llega ni a ser mileurista. La precariedad que engloba a la generación millenial millenialha obligado a que lo que fueron los primeros pasos hacia la independencia de los jóvenes (tener trabajo, comprar un coche o una casa) pasen a ser secundarios. Ya no es tal la importancia de la propiedad privada para sentirse independientes.

Los roles se invirtieron hace mucho y el valor personal que supuso tradicionalmente la compra de una casa dejó paso al alquiler compartido. La tendencia a la compra de un coche (aunque sea de segunda mano) se ha visto ahora rebajada por el uso del autobús, del metro...

Pero también de la bicicleta, el patinete eléctrico o las aplicaciones de coche compartido o de alquiler. «El futuro no es el vehículo como propiedad, sino la movilidad como servicio», indica Juan Luis Antolín, director de comunicación de la consultora de movilidad Pons Seguridad Vial.

Así, el número de nuevos carnés de conducir registrados en la Comunitat Valenciana desde el inicio de la crisis hasta el pasado año se ha reducido a casi la mitad (un 45 % menos).

Los carnés expedidos no habían hecho más que aumentar hasta hace diez años. De hecho, y a tenor de los informes de la Dirección General de Tráfico, durante 2007, fueron 81.878 personas las que obtuvieron un nuevo permiso. En 2018, sin embargo, la cifra no superaba los 45.000.

Según los expertos, los factores que produjeron tal desplome se resume en tres: la crisis económica, la caída demográfica de un 40 % entre los 18 y 30 años (edades en las que se registran más carnés expedidos) y los nuevos focos de prioridades de las nuevas generaciones.

«En una escala de valores en la que distinguirse frente al mundo y con la que lograr sentirse independiente, tener un coche ha dejado de ser una prioridad», explica Antolín. «El móvil es ahora el objetivo que consigue aportarte un cierto estatus dentro de un colectivo». Y es que en él, indica Antolín, encuentras el servicio de movilidad que necesitas. Aplicaciones con la que puedes compartir un vehículo entre particulares o con las que puedes alquilar por minutos una bicicleta, un patinete o una moto eléctrica.

También la falta de un empleo fijo provoca que sean muchos los que decidan no optar al carné de conducir en vista de que les será imposible comprar un coche o costear su mantenimiento. Como es el caso de Nadia. Con 27 años aún no se ha sacado el carné de conducir. No porque no se lo haya planteado, sino porque el coste se le antoja imposible. «Me pedían más de 2.000 euros por obtener el permiso y entonces no tenía esa cantidad de dinero», explica Nadia.

Tampoco ve con malos ojos la decisión que tomó entonces. «Otros amigos sí aprobaron el permiso, pero como no tienen dinero para comprarse un coche, llevan cuatro años sin conducir y ahora les da miedo volverlo a coger», asegura Nadia. Paula, de 23 años, considera que el tema del dinero es secundario. «Mis padres tenían un coche para mí, pero creo que ahora mismo hay bastantes alternativas de movilidad al coche, no veo necesidad», reconoce Paula.

Huelga de examinadores

También la huelga de examinadores desde 2016 tuvo mucho que ver. De hecho, ese mismo año se estaba registrando el reflote del número de carnés expedidos (42.368 en la Comunitat Valenciana). Una cifra que descendió, de nuevo, hasta situarse en los 38.279 (un número bastante similar al de 2015).

Una mayor concienciación ambiental puede entenderse como otro de los posibles factores que empuje a los más jóvenes a optar por otros transportes más sostenibles.

Según la última encuesta de RACE, el 88 % de los jóvenes cree que la bicicleta se convertirá en el principal medio de transporte en los próximos cinco años; así como el transporte público (83 %) o incluso el coche compartido (82 %). Solo el 48 % pensó en el coche en propiedad como el medio de transporte prioritario a corto plazo. Antolín, de hecho, reconoce que, efectivamente, «la movilidad se ha convertido en un servicio, no en un principio de propiedad», por lo que, asegura a tenor de los hechos, que «el vehículo se convertirá en un comodín».

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