El Ayuntamiento de Godella, municipio donde residían los dos niños presuntamente asesinados por sus progenitores, ambos detenidos, ha reconocido a través de su alcaldesa, Eva Sanchis, que los servicios sociales ya habían trabajado en 2016 con la situación familiar de esta pareja cuando solo tenían al mayor de los niños, que ahora tenía tres años y medio. En 2016, tal y como había adelantado Levante-EMV, el expediente se archivó.

En febrero de 2016 los servicios sociales realizaron una intervención por un conflicto de convivencia vecinal a petición del Juzgado de Instrucción número 2 de Paterna, según ha explicado Sanchis en un escueto comunicado institucional sin posibilidad de preguntas. No obstante, "ese mismo año se archivó después de hacer un seguimiento del caso y contrastar que la unidad familiar abandonaba el domicilio", aclara la alcaldesa.

De hecho, el consistorio ha hecho hincapié en que no existe constancia de que hayan estado empadronados nunca en el municipio, justificando así que no hubiera actualmente un seguimiento más detallado de la situación de los menores.

No fue hasta el pasado lunes 11 de marzo cuando nuevamente volvieron a intervenir con la pareja tras una llamada telefónica de la familia, en concreto de la abuela de los menores, y dos patrullas de la Policía Local de Godella y de Rocafort se trasladaron a la caseta donde vivían de okupas.

Según la versión dada por la alcaldesa, los agentes comprobaron que se trataba de "un conflicto relacionado con la familia extensa y que tanto los menores como sus progenitores estaban en buenas condiciones". Este periódico ha podido saber que la abuela de los menores tenía miedo de que su hija pudiera quitarse la vida, aunque no presentaba ningún tipo de lesión cuando llegaron los agentes.

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Dos días después, el 13 de marzo, el teléfono del menor contactó con los servicios sociales de Godella por la información facilitada por la familia y se contactó con el colegio San Sebastián de Rocafort para interesarse por el caso. Según ha podido saber este periódico, el hijo mayor no acudía al centro desde el pasado 20 de febrero.

Eva Sanchis ha destacado también que la Policía Local de Godella ha colaborado activamente con la Guardia Civil, encargada de la investigación. Asimismo ha querido trasladar el duelo a la familia y ha pedido "sensibilidad y discreción" con las informaciones de unas muertes que han conmocionado a todos los vecinos de Godella.

El ayuntamiento ha decretado tres días de luto y a las 12.00 horas ha realizado una concentración de dos minutos de silencio, frente al edificio consistorial de Godella, en recuerdo de los menores y para condenar su muerte. "Las muestras de apoyo, colaboración y solidaridad han sido muchas y diversas y solo tenemos palabras de agradecimiento para los que estuvieron de forma incansable trabajando durante todo el día para que el desenlace hubiera sido otro", ha destacado la alcaldesa de Godella.

Por su parte, el alcalde de Rocafort, Víctor Jiménez, donde hacía vida la pareja aunque no residieran allí desde hace unos años, quiso mostrar también su consternación "por un acto que ha estremecido a todos".

"El pueblo de Rocafort y su corporación municipal quiere trasladar a la familia, amigos y allegados el sentido pésame por los tristes acontecimientos". "Resulta difícil buscar una explicación a lo sucedido, seguramente porque no la tiene". "La muerte siempre es una incógnita para nosotros, pero parece que ante situaciones como ésta, lo es más todavía", ha admitido.