La nuclear de Cofrentes confirma que su cierre será en noviembre de 2030
Las centrales españolas emprenden el camino hacia el fin total de su actividad en el año 2035 como máximo
efe
Las centrales nucleares españolas emprenden el camino hacia el cierre total del parque nuclear español, fijado en noviembre de 2030 para la de Cofrentes, en Valencia, propiedad al 100 % de Iberdrola. El pasado viernes Iberdrola, Endesa y Naturgy, que comparten la propiedad de Almaraz en diferentes porcentajes, llegaban a un acuerdo para pedir la renovación de la licencia de explotación de los dos grupos de la planta por un nuevo periodo (7,4 años para el grupo I y 8,2 años para el II).
Esta vigencia de las nuevas licencias de explotación es la máxima que puede pedir, de acuerdo con el protocolo que ha firmado la Empresa Nacional de Residuos Nucleares (Enresa) con las cuatro eléctricas que tienen participaciones en centrales nucleares españolas (Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP). Cofrentes, propiedad de Iberdrola, que entró en operación en marzo de 1985 y que tendrá que pedir la renovación de su permiso en 2020, tiene como fecha de cierre noviembre de 2030, según han informado a EFE fuentes de la empresa.
La central de Almaraz, cuyo reactor I entró en servicio comercial en septiembre de 1983 y cuyo reactor II lo hizo en julio de 1984, dejará de producir electricidad en 2028, pues los nuevos permisos que obtenga ahora serán los últimos. Tras ello, se iniciarán las tareas de desmantelamiento de ambas instalaciones, que durarán quince años a partir del cierre de la central. Almaraz será la primera en sumarse al grupo de centrales españolas que ya han cerrado.
El primer reactor que cesó su actividad fue el del grupo I de Vandellós, que lo hizo en 1990 tras sufrir un incendio y que está en fase de desmantelamiento. La central José Cabrera, ubicada en Almonacid de Zorita (Guadalajara), la primera que se construyó en España y que ya está en fase desmantelamiento, fue la segunda en cerrar tras cesar su actividad en abril de 2006. El cierre definitivo de Santa María de Garoña, en la que Iberdrola y Endesa comparten la propiedad a través de Nuclenor, se produjo en 2017.
Actualmente Nuclenor, titular de la instalación, trabaja en las tareas de predesmantelamiento, mientras se prepara la transferencia de la titularidad a Enresa para su desmantelamiento. Almaraz deberá solicitar el nuevo permiso antes del próximo 31 de marzo, al igual que Vandellós II, participada por Iberdrola y Endesa. Para esta última central, se solicitará un nuevo permiso de diez años, con el que podrá operar hasta 2030, aunque tendrá margen para pedir otro más por un plazo inferior, ya que el calendario fijado entre Enresa y las compañías le ha puesto fecha de cierre en 2035.
Por su parte, Ascó II, de la que son propietarias también Endesa e Iberdrola, no tendrá que solicitar el nuevo permiso hasta el año que viene, pues el que tiene ahora le permite operar hasta 2021.En su caso, también se pedirá la renovación por otros diez años, un permiso con el que podrá operar hasta 2031, señalaron ayer.
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