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Parlamento autonómico

El Tribunal de Cuentas da vía libre a las Corts para fiscalizar el dinero opaco de los grupos

Ningún órgano ha auditado los 13 millones en subvenciones pagadas en cuatro años - El Síndic de Comptes ya ha reclamado más control

Imagen de una sesión de control a Ximo Puig en las Corts. Germán Caballero

La resolución que acaba de publicar el Tribunal de Cuentas sobre la financiación de los partidos justo cuando se inicia el tiempo electoral para la doble cita del 28 de abril (generales y autonómicas), viene a clarificar, de paso, que es la cámara autonómica la que tiene plena capacidad para fiscalizar el dinero que en subvenciones perciben los grupos parlamentarios.

Los fondos, que se elevan a más de 13 millones de euros en el caso de los grupos parlamentarios valencianos (PP, PSPV, Compromís, Cs y Podemos) a razón de 3,4 millones de euros por año, han escapado al control de la cámara y el destino de ese dinero ha sido de todo menos transparente.

Pero ahora, el documento firmado por la presidencia del Tribunal de Cuentas da publicidad a un acuerdo del pleno del 7 de marzo de 2019 por el que se modifica el plan de contabilidad adaptado a las formaciones políticas.

En el documento, el mismo Tribunal de Cuentas admite implícitamente que en las subvenciones que reciben los grupos parlamentarios (en general y en todas las instituciones) existe cierto descontrol cuando asegura textualmente que por la práctica habitual se hace conveniente aclarar y precisar el marco legal. Detalla que hasta ahora no ha sido obligatorio que el dinero de los grupos institucionales figure en las cuentas anuales que presentan los partidos políticos conforme a Ley Orgánica 8/2007 de financiación y por lo tanto el Tribunal de Cuentas no hace un control de facto.

Pero recuerda que los grupos parlamentarios tienen que regirse por lo que recogen los correspondientes reglamentos de las cámaras parlamentarias.

Y el reglamento de las Corts es claro al respecto. Señala que los grupos parlamentarios y el grupo mixto llevarán una contabilidad específica de las subvenciones, que pondrán a disposición de la Mesa de las Corts cuando sean requeridos para ello y, en todo caso, al finalizar el período de sesiones.

Precisamente ahora no solo ha finalizado el período de sesiones sino que ha concluido es la legislatura con la disolución de la cámara valenciana, por lo que fuentes parlamentarias consideran que es un buen momento para que los grupos presenten sus gastos detallados, sino los de toda la legislatura sí del último año.

Lo que hace el Tribunal de Cuentas es recordar que la potestad del control la tiene la cámara parlamentaria y que el envío de las cuentas de los grupos al tribunal es a criterio de los partidos pero no supone una obligación. Distintos grupos parlamentarios se han escudado esta legislatura en que ya fiscalizaba sus cuentas el tribunal, aunque ahora queda claro que aquellos que no lo hicieron de forma voluntaria tienen todas las cuentas sin fiscalizar.

De esa resolución, en las Corts concluyen que si los grupos no incorporan sus gastos parlamentarios en los datos que envían a esta instancia, las Corts tienen la capacidad plena de la fiscalización.

Exigencias del Síndic

Realmente, la transparencia ha avanzado poco estos años de legislatura botánica en las Corts. Así, la opacidad en cuestiones como la difusión de gastos de los partidos que justifiquen las millonarias subvenciones se mantiene.

La opacidad persiste pese a los requerimientos de la Sindicatura de Comptes. Cada vez que este tema salta a los medios, todos los partidos se comprometen a solucionarlo, pero el acuerdo nunca llega. Con todo, es un acuerdo de los propios grupos el que fijó que el importe de las subvenciones se anticipe por parte de la cámara sin necesidad de ninguna justificación previa. Los grupos pueden usar el dinero en lo que consideren. Solo están obligados a justificar sus gastos con antelación al cobro los diputados no adscritos.

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