Aseguran que ni hay plazas en centros públicos para atender a los ninos con TEA (Trastorno del Espectro Autista) ni tampoco reciben dinero para poder pagar sesiones privadas. Así, la familia que tiene dinero lleva a su niño a terapia, y la que no lo tiene se queda sin nada a la espera de que la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas le conceda un centro, conforme van abriendo nuevos Centros de Atención Temprana y aumentando las plazas. Sin embargo, la espera se hace eterna porque el menor no recibe el tratamiento que precisa, ni tampoco percibe subvención para poder acudir a la empresa privada.

La familias de niños con TEA se sienten «abandonadas» y aseguran que el sistema «hace aguas» porque «si tienes dinero tu hijo va a terapia, pero sino lo tienes no recibes ninguna ayuda y la familia está abandonada a su suerte». Por ello se constituyeron como plataforma, por ello llevan meses manifestándose en la puerta del Palau de la Generalitat, por ello prevén una manifestación el próximo 30 de marzo; y por ello, el pasado viernes presentaron un escrito en la Conselleria de Igualdad -tras entrevistarse con la Secretaria Autonómica de Servicios Sociales y Autonomía Personal,Helena Ferrando,- en el que reclaman una solución ya que «los servicios de promoción de la autonomía específicos en TEA ofrecidos por la Administración son realmente escasos».

La petición es clara: «Dada la ausencia de centros públicos en los que se impartan terapias de prevención y promoción de la autonomía de las personas, muchas personas están viendo menoscabado su derecho al desarrollo personal y humano al que por ley tienen derecho. Ante la ausencia del desarrollo de dichos servicios públicos debiera compensarse con prestaciones vinculadas al servicio privado».

Sin embargo, para acceder a una prestación económica vinculada al servicio de promoción de la autonomía personal, el decreto 62/2017 afirma que esa ayuda «se reconocerá únicamente cuando no sea posible la atención a través de la red de centros y servicios públicos y privados concertados del sistema para la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia en la Comunitat Valenciana» y que el requisito que debe tener el centro privado que preste esos servicios a los que la Administración no llega es que tiene que estar «debidamente acreditado». Y esos centros, están acreditados por la Conselleria de Sanidad o de Educaicón, pero no por la de Igualdad, que prepara un decreto de Registro, Autorización y Acreditación que se encuentra en la última fase de tramitación. Y ese es el problema, el otro es la falta de plazas para todos.

«No pueden ser oídas las alegaciones basadas en la propia torpeza de la Administración, por lo que no puede alegar la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, en primer lugar, que no tiene servicios públicos, en segundo lugar, que no puede conceder la prestación vinculada porque no existe norma de acreditación y, en última instancia, que se está esperando la aprobación de la misma para acreditar los servicios», afirma la plataforma en su escrito.

Además, recuerdan que la ley «data de fecha 14 de diciembre 2006, habiendo existido tiempo suficiente para la aplicación y desarrollo de la misma, y que ya existe norma de autorización del año 2002 (sin haber de esperar a norma alguna de acreditación), e incluso existe instrucción interna del año 2012, de modo que puede perfectamente autorizarse de modo automático a aquellos servicios terapéuticos que lo soliciten y que se encuentren además acreditados por normas tan garantistas como lo son aquellas de Sanidad o Educación».

Así, la plataforma afirma que si «no se encuentra entre los objetivos primordiales de la Administración valenciana construir más recursos para ofrecer los servicios de promoción de la autonomía, se hace necesaria, al menos, la dotación económica y el desarrollo reglamentario al efecto, para que sean los centros privados los que puedan ofrecer a las familias los servicios que se reclaman sin mayor coste para ellas, no pudiendo excusarse la conselleria en la falta de acreditación de los centros».