Toni Gaspar hizo ayer un amago de despedida de legislatura. Aunque ayer fue el penúltimo pleno de la Diputación de València, es el último antes de estar inmersos en el proceso electoral. En la sesión de ayer se notó en la orden del día: mucha gestión y pocos puntos que levantaran la conflictividad entre el cuatripartito y la oposición. En ese sentido fue el mensaje de Gaspar: pidió un «silencio institucional» para no entorpecer el resultado de las urnas en las dos citas electorales de abril y mayo. Hizo un llamamiento al diálogo «frente a discursos políticos inflamados y con cierta hemorragia de ruido electoral», dijo, e instó a los partidos a superar «la histeria institucional con proyectos políticos».

Aunque la diputación se verá afectada por la segunda cita electoral del 26 de mayo, la precampaña se lleva a varios de los diputados provinciales que ahora ocupan un asiento en la corporación. Gaspar instó a todos ellos a velar por un buen procedimiento electoral y recordó que los políticos están «más alejados entre nosotros de lo que están las personas a las que representamos». Gaspar, que llegó el pasado junio a la diputación tras la detención del expresidente Jorge Rodríguez, agradeció el trabajo al personal funcionario y a los grupos.

Egevasa reduce su deuda

El consejo de administración de Egevasa se reunió ayer para aprobar su nuevo código ético y para dar cuenta del estado de la deuda. Si en 2016 ascendía a 17,2 millones de euros, la empresa mixta ha reducido su número rojo en 9,57 millones y en 2018 la deuda se queda en 7,6 millones. Ahora se encuentran en contacto con la Conselleria de Medio Ambiente para saber si podrán revalidar el convenio con la Epsar para gestionar sus depuradoras.