El amigo de la infancia y testaferro de Zaplana, Joaquín Barceló, era propietario de una embarcación atracada en el puerto deportivo Marina Greenwich desde 2006 hasta 2016. Se trata de un «Astondoa de 13 metros de color azul y blanco» bautizado con el nombre de Loix. El expresidente de la Generalitat era un «asiduo del puerto, sobre todo en vacaciones y algunas veces durante el año». El barco nunca pagó por el amarre porque «Barceló facilitó contactos de personas interesadas en el proyecto y aportó negocio».