Ya lo adelantó a la junta de personal y hoy, la consellera de Sanidad Ana Barceló, lo ha vuelto a repetir frente a los representantes del comité de empresa: es precipitado realizar la reversión del departamento de salud de Dénia antes de las elecciones. Así lo ha trasladado Barceló directamente a los representantes de los trabajadores de Dénia con los que se había citado el subsecretario de Sanidad, Juan Ángel Poyatos.

Ha sido, en cambio, la consellera la que ha dado la cara para transmitir lo que ya se sabía: el Consell no llega a cumplir con el compromiso lanzado hace dos años por el president de la Generalitat Ximo Puig de devolver a la gestión pública el área de Dénia, en manos actualmente de DKV y Ribera Salud.

Como en la anterior reunión, Barceló ha hablado de tiempos y, sobre todo, de los fiascos cosechados en las últimas reuniones con DKV, la socia mayoritaria de la UTE que gestiona el departamento desde hace diez años. No se ha llegado a un acuerdo y, aunque lo van a seguir intentando en el mes que queda hasta elecciones, no es probable que se consiga.

«Ya sabíamos lo que nos iban a decir, pero está que lo hagan», resumía Ana Barquín presidenta por el sindicato Satse del comité de empresa, desde el que se habían quejado de la falta de «atención» por parte de la conselleria y de que se hubieran tenido que enterar de los planes frustrados de reversión «por la prensa».

Como antes había trasladado a la junta de personal, la consellera explicó a Barquín que no había acuerdo con DKV y que tampoco las liquidaciones del área estaban cerradas «solo hasta 2016», y que se planteaban apostar por una empresa pública para realizar la reversión y gestionar el área al menos hasta que terminara la concesión.

Fuga de profesionales

Conscientes de lo que iban a escuchar, desde el comité de empresa se ha trasladado que, si el Botànic vuelve a ganar las eleciones «cierren un acuerdo y, si no es posible, que lo dejen correr para que nosotros podamos negociar nuestro convenio colectivo», explicó la presidenta de los trabajadores ya que, tal como han denunciado, los empleados están pendientes de actualizar su convenio colectivo, paralizado a causa de las negociaciones con el Consell.

«Hay muchos trabajadores que están esperando a ver qué pasa para decidir si se van o no a otros departamentos porque al no tener actualizado el convenio y no estar cobrando la carrera profesional estamos perjudicados económicamente con respecto al resto de compañeros», explicó Barquín.