Todavía no saben cómo van a distribuir esas semanas sobre el calendario pero Josep, Robert o Misael -los tres fueron padres ayer en distintos hospitales de Valencia- sí tenían claro que, por ley y desde ayer mismo, iban a poder disfrutar de más tiempo con sus familias: tendrán ocho semanas de permiso de paternidad en vez de cinco.
Era ayer, 1 de abril, el día marcado para que entrara en vigor el nuevo Real Decreto Ley de garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo que amplía de forma progresiva este permiso de paternidad hasta equipararlo al de las madres: ocho semanas a partir del 1 de abril de 2019; 12 en 2020 y 16 en 2021.
Por ahora, y a falta de contar con esos cuatro meses de permiso, el sumar tres semanas más ya era todo un avance para los primeros padres valencianos que se van a ver beneficiados por la medida. «Me parece mejor, todo lo que sea aumentar el tiempo del permiso y poder compartir es positivo», aseguraba ayer Josep Balaguer, anestesista del hospital La Fe que a primera daba la bienvenida a su segunda hija, Carla. Josep era «muy consciente» de cuánto suponía que la pequeña llegara al mundo con el nuevo mes ya que iba a marcar la diferencia, sobre todo al compararlo con el tiempo que pudo estar en casa con su otra hija, que nació hace tres años y medio.
«Con la otra creo que solo tuve 15 días y fue súper corto. Solo con los trámites que tienes que hacer se te va un tiempo y esto viene muy bien porque todo lo que sea compartir responsabilidades en casa es bueno», aseguraba Josep que sin embargo aún lo veía «insuficiente». «Parto de la base de que los cuatro meses que tienen las madres son pocos, eso sería otro tema a mejorar, sobre todo si miramos a otros países», recordaba con la mente puesta en los 480 días de Islandia, por ejemplo.
«No es un lujo, es una necesidad»
La pequeña Sara también vino ayer al mundo, en este caso en el Hospital de Manises. Los médicos habían marcado el fin del embarazo para el 31 de marzo y Sara solo se retrasó unas horas, lo justo para que Misael, su padre, pudiera disfrutar del permiso de ocho semanas que ve como «una necesidad». «Yo equipararía los permisos porque un padre también necesita pasar tiempo con sus hijos, no es un lujo, es una necesidad». En su caso, la pequeña Sara tiene ya dos hermanas por lo que la presencia de Misael en casa va a ser más que requerida.
«Si ya es difícil cuando se es primerizo, con otras dos pequeñas en casa que demandan mucha atención va a ser mucho más necesario», comenta Misael que está totalmente de acuerdo en que, junto a la ampliación de tiempo se haya definido el tiempo de permiso como «intransferible». «Es una manera de compartir las tareas del hogar, lo veo más justo y así se evitan trampas para cargar todo a las madres», añadía Misael.
Con las Cortes ya disueltas, es la Diputación Permanente del Congreso la que tiene que convalidar el real decreto, que podría quedar derogado aunque, según los expertos, los beneficiarios durante estos días de vigencia sí tendrían derecho a disfrutar de las 8 semanas.
