Cinco funcionarios del Ayuntamiento de València, entre ellos el interventor y personal con responsabilidad en contratación, declararon ayer, en calidad de testigos, que el exvicealcalde Alfonso Grau no medió ni influyó de forma alguna para favorecer a las empresas de Urbano Catalán. La comparecencia de los cinco testigos fue requerida por la defensa de Grau para reforzar la tesis de que el ex número dos de Rita Barberá no tenía competencias para acomodar pliegos de condiciones a una determinada empresa ni influir en la contratación. La Fiscalía sostiene que Catalán regaló en dos años, dos relojes con un valor por encima de los 10.000 euros que Grau cambió para ocultar «el origen ilícito».