Romper las reglas tradicionales que se han seguido en la configuración de los estudios universitarios para crear profesionales multidisciplinares que se adapten a las nuevas necesidades que en el futuro tendrán las empresas. Esa es la fórmula que propone el director del campus de Gandia, Jesús Alba, como el reto que tendrá en los próximos años la Universitat Politècnica de València (UPV). «¿Por qué no podemos, por ejemplo, crear un grado que una Telecomunicaciones y Turismo?», se preguntaba en el acto de celebración del 25 aniversario de la Escuela Politècnica Superior de Gandia, que tuvo lugar ayer en el Aula Magna de la sede del Grau y que estuvo organizado por la universidad en colaboración con Levante-EMV. El evento, en el que estuvo presente la directora del diario, Lydia del Canto, y el director general de Relacions Institucionales de Editorial Prensa Valenciana, Julio Monreal, forma parte del ciclo Escenarios de Futuro, que se desarrollará a lo largo de este año en varios municipios de la Safor.

Alba aspira a buscar «fórmulas que puedan plantear los estudios de forma diferente, mediante una formación transversal», indicaba.

Fue un acto en el que se habló de los retos que tiene la sociedad en el futuro y del papel que jugará la universidad. El objetivo era conocer la evolución del campus de Gandia en este cuarto de siglo y el impacto que ha tenido en la ciudad y en el resto de la comarca en este tiempo.

El primer punto de vista lo aportaron cuatro tituladas del campus, que explicaron sus experiencias en su época de estudiantes en una mesa redonda que tuvo un moderador de lujo, Juan José Moragues, primer director de la escuela.

La gandiense Maria Fuster, licenciada en Comunicación Audiovisual y actualmente presentadora del programa El matí, de À punt, indicó que el campus de Gandia «rompe los tópicos de pensar que por irte a estudiar fuera vas a formarte mejor profesionalmente, porque aquí tenemos un entorno privilegiado». También destacó el «ambiente familiar» que encontró, algo que, dijo, «te da mucha confianza».

Susana Bañuelos, ingeniera en Telecomunicaciones, no es de Gandia pero se quedó a trabajar y vivir en la ciudad. «Me gustó la oportunidad que te da un campus pequeño con acceso directo al equipo de profesores». Cree que «me ha aportado todo el talento que ahora puedo transmitir». Nuria Felis, de Ciencias Ambientales, apuntó que «siempre tuve una relación muy estrecha con los profesores, y eso se agradece». Dijo que disponer de este centro educativo «me ha dado la oportunidad de formarme en casa».

María José Martí, diplomada en Turismo, no pasó por alto la importancia que tiene para Gandia contar con una titulación que forme profesionales del sector turístico. «Soy de Gandia y decidí estudiar aquí por proximidad, pero también porque el turismo es uno de los principales motores económicos».

Juan José Moragues, como conclusión, señaló que «los estudiantes son los mejores embajadores de la escuela».

El campus de Gandia de la UPV no ha sido una herramienta fundamental solo para los estudiantes. Más allá de las aulas, existe un importante ecosistema de empresas y administraciones que se han beneficiado del conocimiento y el talento que emerge de la politécnica.

Colaboración con instituciones

En la siguiente mesa redonda se abordó esta cuestión. Participaron varios empresarios que explicaron las sinergias que han generado con la escuela y los alcaldes de Gandia, Diana Morant, y de Oliva, David González. La charla estuvo moderada por el delegado de Levante-EMV en la Safor, Sergi Sapena.

Diana Morant dijo que «Gandia no sería hoy una ciudad culta e innovadora sin el campus de la UPV». La alcaldesa explicó que «hace unos años enviamos al Ministerio de Economía un expediente para ser Ciudad de la ciencia y la innovación. Ese trabajo lo realizamos junto con el campus y fue clave para que nos concedieran ese reconocimiento». También habló de proyectos como el turismo inteligente, que cuenta con una cátedra en esta universidad, «desde donde se está proyectando al resto de ciudades que quieren tener las primeras certificaciones de turismo inteligente del mundo».

Domingo Ciurana, presidente de la Cofradía de Pescadores, destacó que «gracias al trabajo de la universidad, actualmente disponemos de muchas cosas que sin ellos no habríamos conseguido». Explicó que hace 23 años un grupo de estudiantes pidió colaborar con ellos para realizar pruebas. Pese que al principio hubo algunas reticencias, el trabajo conjunto sigue hoy en día y ha generado muchas sinergias.

José Bohigues, director general de Autis Ingenieros, señaló que «la historia de esta empresa se gesta en la universidad». La firma cuenta con 60 ingenieros, un 95 % de los cuales se han formado en la Politécnica.

«Colaboramos periódicamente con el campus y recurrimos a esta escuela porque necesitamos nutrirnos de talento». Bohigues, que es de Gandia, también se ha dado cuenta de que «tengo una vinculación mayor con el campus de lo que creía, porque parte de mi entorno ha estudiado aquí».

José Vicente Castell, director de Responsabilidad Social Corporativa de Dulcesol, habló de la relación de la empresa con el campus a través de dos vías. «Tenemos personal titulado en este campus y, además, participamos en la Càtedra d'Innovació. Esta colaboración nos permite estar a la vanguardia de la innovación, la creatividad y la tecnología». A su vez, concluía, «nosotros aportamos nuestra experiencia empresarial en la cátedra».

Por su parte, Amparo Miret, gerente de Viajes Gandia, apuntaba que la simbiosis entre la universidad y las empresas en general, y en concreto la suya, «ha sido muy bonita». Entre su equipo cuenta con personal formado en el campus y también han pasado por allí estudiantes en prácticas. «Estoy orgullosa de todo lo que nosotros hemos podido enseñarles, pero también de lo que hemos aprendido de ellos», indicaba.

Desde la empresa Citrosol, su director general, Benito Orihuel, señalaba que en su compañía «necesitamos mucho talento». «Estamos entre València y Alicante, en tierra de nadie, por eso el hecho de que haya un campus en Gandia que ofrezca grados en Ciencias Ambientales y Telecomunicaciones es fundamental».

Por último, el alcalde de Oliva, David González, se mostró convencido de que «la vinculación del campus con el territorio ha aportado muchísimo a nuestra ciudad». Para el munícipe, «uno de los aspectos que ha aportado el campus a Oliva es «la generación y transferencia de conocimiento científico sobre la realidad del territorio». Por último, recordó que «la proximidad de esta escuela ha hecho que personas que por falta de recursos no hubieran podido ir más lejos, han tenido la oportunidad de estudiar».

En el acto también estuvo presente el presidente de la Mancomunitat de la Safor, Tomàs Ferrandis. El sector empresarial estuvo representado por el vicepresidente de la patronal comarcal FAES, Ramón Soler.