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Recursos hídricos

El Supremo vuelve a advertir de que el trasvase del Tajo debe respetar a los regantes

La sentencia rechaza un recurso del Ayuntamiento de Toledo que pedía aumentar el caudal ecológico

Respiro para el futuro del trasvase Tajo-Segura. La sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, sección quinta, ha dictado una nueva sentencia sobre los caudales ecológicos en el Tajo en la que si bien opta por revisarlos, deja claro que está revisión tendrá que tener en cuenta las demandas y dotaciones de agua de las cuencas que se benefician de esos caudales.

La sentencia viene a «matizar» la hecha pública hace tres semanas por el Gobierno de Castilla-La Mancha, que interpretó que el fallo hablaba de subida del caudal ecológico. Solo se habló de revisión, como ahora, pero con el matiz de que se exige respetar a todos los usuarios y sus concesiones.

De hecho, en concreto, el fallo señala textualmente que «del marco normativo que acaba de sintetizarse se deduce, por tanto, que debe existir un equilibro entre la satisfacción de las demandas de agua y la consideración de los regímenes concesionales, de una parte, y la necesidad de velar por el mantenimiento del caudal ecológico». El fallo, del pasado 21 de marzo, rechaza el recurso del Ayuntamiento de Toledo que pedía aumentar los caudales ecológicos en la capital, Talavera y Aranjuez.

El consistorio toledano pretendía en su recurso que se duplicaran los caudales del Tajo a su paso por la ciudad, lo que hubiera significado incrementarlos en 5 metros cúbicos por segundo, lo que significaría un recorte de casi 150 hm3 en las existencias anuales del Tajo-Segura para enviar a Alicante y Murcia. Recordar que por cada metro por segundo que aumente el caudal en el río Tajo, la merma en los embalses de Entrepeñas y Buendía será de 30 hm3 al año, lo que comprometería el futuro del trasvase Tajo-Segura.

Ángel Urbina, presidente de la comunidad de regantes de San Enrique (Elche), celebró la sentencia porque «no se puede consentir que en Alicante y Murcia nos obliguen a tragar con las desaladoras mientras no se soluciona un problema grave como es el que Madrid y Toledo viertan todos los años al Tajo agua mal depurada».

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