«El céntimo forestal será «una de las herramientas más eficaces en la prevención de incendios en los montes valencianos, que no son productivos». Así lo razona Fernando Pradells, presidente de la Plataforma Forestal Valenciana, tras la inclusión de la medida en la Estrategia Valenciana contra el Cambio Climático, elaborada por la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente, aunque aún ha de desarrollarse en la Ley Forestal. Los pagos por servicios ambientales implicarían, en cualquier caso, la elaboración de un plan de gestión forestal a cargo de los propietarios de los montes, revisado y aprobado después por los técnicos de la administración autonómica. Y en ellos se tendrían que cuantificar los beneficios ambientales que proporcionan dichos terrenos, como la fijación de CO2, la regulación del ciclo hidrológico, la conservación de la biodiversidad y la producción paisajística.
Pradells recuerda que la compensación a los propietarios o gestores de parcelas boscosas, a través de tasas a los hidrocarburos, la UE o fórmulas público-privadas, es una reivindicación histórica de la PFV, que integra a 37 entidades representativas de la sociedad civil. Todas ellas vinculadas con los espacios forestales como son asociaciones de propietarios públicos y privados, el sector empresarial, sindicatos agrarios, colegios profesionales, universidades, centros tecnológicos y de investigación y ONGs, entre otras.
«Al silvicultor, al que está desarrollando una labor forestal sostenible, se le ha de compensar, estableciendo un precio de mercado por ese servicio medioambiental que presta a la sociedad», argumenta. Sostiene la teoría de que la protección es complicada cuando no hay actividad productiva en ese terreno, como suele ocurrir en el monte valenciano, a diferencia de la Serranía de Cuenca o el Sistema Central. «El 70 % de los terrenos son privados, pero de agricultores con pequeñas parcelas forestales y condenadas al abandono al no ser rentables», incide Pradells. «La gestión activa de los espacios protegidos pasa por fomentar aún más la agricultura tradicional y la silvicultura como elemento de conservación ambiental, pero también de desarrollo socioeconómico», señala Pradells, quien defiende el modelo de Catalunya con un Centro de la Propiedad Forestal, que actúe como captador de fondos europeos en materia forestal.
En el Patfor de 2013 del PP
La puesta en marcha del programa valenciano de compensación económica a los propietarios de bosques que generen beneficios ambientales no es nuevo. El Plan de Acción Territorial aprobado por el PP en 2013 ya contemplaba una actuación «que tendrá por objeto el fomento y financiación privada del suministro continuado de las externalidades positivas que produzca el terreno forestal de la Comunitat Valenciana». Elisa Díaz se encarga de recordarlo, eso sí, con matices. «Lo que nunca vamos a apoyar es una tasa aplicada a las industrias (por las emisiones) si entendemos que eso menoscaba su subsistencia», aclara la diputada popular, más partidaria de hacer pagar una entrada simbólica por los usos y actividades en los parques naturales, algo que ayudaría a su mantenimiento. «Los dueños se tienen que ver compensados», manifiesta, para acto seguido apostillar que la aplicación de esa tasa finalista «no es tan fácil». «Estaría muy bien que se implantara a nivel nacional», dice.
