La Formación Profesional valenciana necesita algo más que chapa y pintura para dar el salto al siglo XXI. Asentada sobre un mapa escolar de hace más de dos décadas, que da la espalda a la Comunitat vaciada del interior (en el Rincón de Ademuz no hay ningún centro de FP, ni tampoco en el Ports y l'Alt Maestrat), su oferta formativa «no se ajusta a las realidades socioeconómicas y del mercado laboral». Esta es unas de las conclusiones más dolorosas del Plan Estratégico de la FP de la Comunitat Valenciana encargado por la Conselleria de Educación y la Fundación Bankia por la Formación Dual a la Universitat de València (UV).

El estudio, presentado ayer, subraya que «en general, el catálogo de títulos de FP no siempre se adecua a las necesidades de los ámbitos territoriales (comarcas y áreas urbanas funcionales)». Además incide en «la falta de recursos (humanos y económicos) y la desactualizada dotación de los centros» docentes, «la dificultad para estabilización de las plantillas», así como «la falta de experiencia del profesorado en el sector (para el que forma a sus alumnos) y la debilidad de su formación en inglés».

Investigadores de 3 universidades

El trabajo es obra de una decena de investigadores de tres universidades públicas -la Universitat de València (UV), la Jaume I de Castelló (UJI) y la Universidad de Alicante (UA)-, dirigidos por el catedrático de Análisis Geográfico Regional de la UV, Jorge Hermosilla, y Joan María Senent, profesor titular de Educación Comparada e Historia de la Educación en esta universidad.

Entre las amenazas detectadas por los autores del estudio destacan que «los agentes educativos en Secundaria (los orientadores) desconocen los niveles de cualificación y las posibilidades de la FP», de ahí que a estos estudios técnicos se derive «al alumnado desmotivado o con notas bajas en ESO, lo que da lugar al desprestigio de la FP».

Como muestra de la desactualizada dotación de los centros, según consta en las «debilidades» halladas, está que «las licencias de software autorizadas por la Administración educativa no corresponden con las utilizadas en las empresas». Así pues, el informe alerta: «La escasa y/o desactualizada dotación de los centros produce alumnado con conocimientos desfasados, especialmente en algunos sectores».

El profesorado de FP, por otra parte, según los investigadores hace «un escaso uso de las estancias formativas en empresas», por entre otras causas «por falta de motivación» o carencia de incentivos, y «dificultad de la gestión e incompatibilidad de calendarios».

«Internacionalización pendiente»

El informe advierte de que «la internacionalización es un tema pendiente entre el alumnado y el profesorado de FP». Aunque el número de solicitudes ha aumentado, en 2018 hubo 617 alumnos que solicitaron las becas para hacer las prácticas de Formación en Centros de Trabajo (FCT) en Europa, «se dispuso solo de 199 plazas, lo que dejo fuera más de dos tercios de los solicitantes». «La falta de preparación del profesorado para impartir la docencia en inglés», es otra de las debilidades detectas.

También recalcan que el acceso a la FP en las zonas rurales «está condicionado por la escasa oferta como consecuencia de la baja población estudiantil, lo que implica la necesidad de un transporte escolar eficaz».Para «los espacios geográficos con alta tasa de fracaso o abandono escolar temprano» se reclaman «una oferta intensiva de FP Básica de 2ª oportunidad».