Gracias a la intervención de Leoncio Badía, la familia de Peset Aleinxandre pudo recuperar su cuerpo y enterrarlo en el cementerio de València. Tras dos consejos de guerra, el científico, militante de izquierdas fue fusilado en el Paredón en mayo de 1941. Esa noche, sus hijos y uno de los hermanos, se presentaron en el cementerio, donde previamente, el enterrador había lavado el cadáver de Aleixandre depositándolo en una caja para que se lo pudieran llevar y darle sepultura.