El Consell ha destacado este miércoles la necesidad del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) para poder pagar los servicios públicos básicos, y ha defendido la reversión del hospital de Denia, cuyo expediente ya se ha iniciado y seguirá los plazos que establece la Ley de Contratos de la Administración.

Así lo han asegurado los consellers de Hacienda, Vicent Soler, y de Sanidad, Ana Barceló, en la diputación permanente de Les Corts Valencianes, la última sesión parlamentaria de esta legislatura, y en la que algunos diputados han aprovechado sus intervenciones para despedirse del resto de compañeros.

Soler, quien ha comparecido a petición del PP, ha reconocido que el FLA es "una estafa" para los valencianos y que no le gusta, pero ha asegurado que es "necesario" mientras no se cambie el sistema de financiación autonómica para cubrir servicios públicos fundamentales y pagar a proveedores de la Generalitat.

Ha explicado que el dinero de estos fondos llegaron a la Comunitat el pasado 13 de abril, "bastante más pronto que otros años", y no conllevará "ningún recorte efectivo para los valencianos, como tampoco los hubo en el ejercicios anteriores".

Todos los grupos parlamentarios, menos el PSPV, han criticado el retraso en la llegada de estos fondos, así como el cambio de actitud de los socialistas a la hora de reivindicar el cambio del sistema de financiación, y el uso electoralista que se está haciendo de esta cuestión.

Soler ha asegurado que no quiere FLA, sino un sistema de financiación autonómico justo para los valencianos, algo que, según ha defendido, será lo primero que siga reivindicando el próximo gobierno del Botànic, gobierne quien gobierne en España.

El diputado del PP Rubén Ibáñez ha acusado a Soler de haber pasado de la reivindicación del cambio de modelo de financiación a ser "un gatito sumiso" ante el gobierno de Pedro Sánchez.

Desde Compromís, socio de gobierno del PSPV en el Consell, la diputada Mireia Mollà ha denunciado el uso electoralista que se está haciendo del FLA y la financiación; ha criticado los escasos avances logrados y ha adelantado que su formación no tolerará más silencios ni retrasos en la reforma del sistema.

Fabiola Meco (Podem) ha defendido que no caben más aplazamientos ni atajos en la reforma del sistema de financiación y Juan Córdoba (Ciudadanos) ha pedido saber "qué derechos de los valencianos se verán comprometidos por los 1.500 millones por la recepción del FLA".

Por su parte, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, ha advertido, sobre la reversión de la gestión del hospital de Dénia, que lo "irreversible" sería mantener el modelo que instauró el expresident popular, Eduardo Zaplana, continuó Francisco Camps y quiere "perpetuar" la líder del PPCV, Isabel Bonig.

Barceló ha comparecido ante la diputación permanente de Les Corts a propuesta de Podem, cuyo portavoz, Antonio Estañ, ha cuestionado la "falta de transparencia" y de "voluntad" por parte del Consell para la ejecución de la reversión durante esta legislatura, y ha advertido de que la decisión llega "cuatro años tarde".

Según Estañ, "ha habido un exceso de cortesía" hacia las empresas concesionarias, y ha lamentado que se haya esperado "al tiempo de descuento" de la legislatura, y en plena campaña electoral, para iniciar los trámites de la reversión.

"No es una cuestión de marketing, ni de voluntad, sino una cuestión jurídica y económica, que persigue recuperar la concesión para que se haga una gestión de calidad y se garantice la carrera profesional de los trabajadores", ha defendido la consellera, para quien el Consell actúa con "prudencia, responsabilidad y rigor".

La diputada de Compromís Mireia Mollà ha preguntado si en el proceso ha habido alguna moneda de cambio, que pueda afectar a los hospitales de Torrevieja y Elche, algo que Barceló ha negado.

Para el popular Jose Juan Zaplana, en este proceso "no hay en disputa dos modelos de gestión" de la sanidad, sino "el problema que van a generar", ya que a su juicio están "engañando a la gente".