Justicia invertirá más de 12 millones de euros en renovar por completo y modernizar el obsoleto sistema de grabación de juicios y declaraciones tras constatar que los 400 equipos actuales, instalados en su mayoría hace diez años, están desfasados y, en algunos casos, ni siquiera son operativos. El proyecto, bautizado como Scribae (Soporte, Control y Renovación de las infraestructuras y bases de datos audiovisuales de la administración de Justicia), llegará hoy al pleno del Consell, donde está previsto que se apruebe la convocatoria para sacar a concurso público el contrato, por importe de 12.399.838,00 euros. Si se cumplen los plazos, la adjudicación será en septiembre, de modo que los 470 nuevos equipos audiovisuales, que sustituyen a los casi 400 actuales, serán una realidad a lo largo de 2020.

El departamento que dirige Gabriela Bravo ha incluido en ese contrato no solo el mantenimiento de toda la instalación por 48 meses, renovables por 24 más, así como la formación de todos los usuarios del sistema, sino también la instalación de un potente servidor para almacenar todas las grabaciones judiciales. Este dispositivo dispone de un petabyte de memoria (1.024 x 1.024 gigas), lo que equivale a una capacidad de 400.000 horas de grabación. Dicho en términos comprensibles: 15 veces todo el catálogo actual de la plataforma televisiva Netflix, incluyendo series, películas y programas de televisión.

Las 62 sedes judiciales de la Comunitat Valenciana incluyen 453 dependencias utilizadas como salas de vistas (algunas son compartidas por varios jueces y también existe alguna sala multiusos donde se podrá grabar con el nuevo sistema. El proyecto Scribae, al que ha tenido acceso Levante-EMV, prevé que en cada una de esas salas haya una cámara fija que grabará al declarante y a las partes (fiscalía, defensa, acusación particular€), dos pantallas, una para visualizar pruebas documentales y otra para videoconferencias y para comprobar la grabación de la vista, cuatro micrófonos para los bancos de la defensa y la acusación y otros dos para el juez y para el letrado de la Administración de Justicia, respectivamente.

Además, habrá videograbadores nuevos en las salas de autopsia, sobre todo para registrar las necropsias en casos de asesinato y, en general, cuando así lo acuerde un juez, y en las cámaras Gesell (los espacios especiales destinados principalmente a la exploración de menores víctimas de delitos), tanto las dos actuales como las cuatro en proyecto, así como en las salas especiales de que disponen las tres audiencias provinciales para albergar los macrojuicios. En estas dependencias, la dotación de cámaras y micrófonos será mayor y se prevé la instalación de pantallas suplementarias en las salas de prensa.

Así, Scribae prevé que los 470 dispositivos se distribuyan del siguiente modo: 453 equipos para salas de vista ordinarias; cinco equipos para salas de macrojuicios; tres equipos para salas de prensa; tres más para salas de autopsia en los Institutos de Medicina Legal de Castelló, València y Alicante; y seis equipos para las salas Gesell (dos para las ya existentes en Alicante y València y otras cuatro para las previstas en otras sedes judiciales).

El proyecto ideado por Justicia permitirá a los profesionales que hayan intervenido en cada uno de los juicios o actos judiciales grabados a acceder a los vídeos de manera autónoma a través de un portal de descargas, siempre que no haya impedimento en función del momento procesal y de la diligencia de que se trate.

La empresa que se quede Scribae deberá garantizar también la migración al nuevo sistema de todo el material audiovisual existente hasta ahora y la instalación de paneles informativos para las ciudades de la Justicia de las tres capitales de provincia con información sobre el desarrollo de los juicios en curso así como cualquier incidente como suspensiones, aplazamientos o retrasos.