La Conselleria de Educación abre por primera vez a los centros educativos la posibilidad de ofrecer a sus alumnos el pasaporte lingüístico o portfolio europeo, una especie de radiografía personal sobre el nivel personal de idiomas, al modo que una sip o tarjeta sanitaria contiene las circunstancias más relevantes sobre la salud.

El documento europeo cuya aplicación acaba de aprobar el Consell de cara al próximo curso escolar, se convierte a su vez en una potente herramienta que guía a las empresas a la hora de definir el perfil lingüístico de la persona a la que quieran contratar, su conocimiento y experiencias previas, al tiempo que favorece la movilidad del alumno en toda Europa, desde el momento en que recoge de forma nítida y a nivel internacional las competencias lingüísticas personales.

Colegios, institutos, centros de adultos y Escuelas Oficiales de Idiomas pueden solicitar desde el pasado jueves, 25 de abril, y hasta el próximo día 10 mayo, su implicación con este proyecto, para lo que previamente deberán acordarlo en el claustro docente y en el consejo escolar de cada centro.

Los que obtengan la autorización contarán con la asesoría directa del Servicio de Educación Plurilingüe de la dirección general, tendrán que formar al profesorado a lo largo del curso próximo y comprometerse a dar continuidad año tras año a una nueva metodología de enseñanza que impulsa la práctica de los idiomas en el aula más allá de lo que exige el currículo básico y que contempla la introducción de dos idiomas extranjeros además de las dos lenguas cooficiales, el castellano y el valenciano.

Edades

La versión española del portfolio europeo permite usar el pasaporte a partir de los 4 años de edad -en Europa es a partir de los 3 años-, y se crea para motivar a aprender idiomas a lo largo de toda la vida, añadiendo experiencias y prácticas al documento conforme se van adquiriendo.

Hay cinco modelos de pasaporte, de los 3 a los 7 años o Infantil; de los 8 a los 12 años o Primaria; de los 12 a los 18 años o Secundara; el de adultos a partir de los 16 años; y el electrónico a partir de los 14 años.

La conselleria que dirige Vicent Marzà se propone con este pasaporte lingüístico avanzar en el desarrollo de la Ley de Plurilingüismo, que en uno de sus artículos contempla la «consecución de las competencias plurilingües que impliquen el interés y la curiosidad por las lenguas, y el conocimiento sobre cómo funcionan, a partir de la observación, la manipulación y la comparación crítica de las diversas lenguas en el aula».

Una vez que los centros autorizados elaboren el programa a realizar como un proyecto de centro que implica a toda la comunidad educativa -padres, profesores y alumnos- y cuenten con profesorado formado -los docentes que participen del proyecto obtendrá n 40 créditos por curso- podrán ponerlo en marcha para el alumnado a partir del curso siguiente, 2020-21, y actualizarlo cada nuevo curso. Cuando el alumno que tiene el pasaporte de lenguas cambia de centro o incluso de profesor, el documento informa con concreción al nuevo profesorado tanto sobre su nivel lingüístico con las referencias del marco europeo, como sobre sus necesidades e intereses.