El rapero Pablo Hasel, detenido el domingo por la Guardia Civil en un control de tráfico en Benicarló al comprobarse que pesaba sobre él una orden de busca y captura de un juzgado de Lleida por no haberse presentado a un juicio, quedó en libertad ayer por la mañana una vez que declaró ante el juez, pero con medidas cautelares, y tras pasar la noche en los calabozos de la casa cuartel de la Guardia Civil en Vinaròs. Según informó la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana, el juez ha establecido medidas cautelares para garantizar su comparecencia ante el juzgado.

El pasado mes de septiembre, la Sala de Apelación de la Audiencia Nacional rebajó a 9 meses y un día la condena de dos años y un día de cárcel al rapero por alabar en Twitter a ETA y a los Grapo, al no estar ya activas estas organizaciones, lo que le evitaba ir a prisión por esta causa al no superar los dos años, si bien tiene pendiente otra de dos años de cárcel por el mismo delito. Al revisar la sentencia que le impuso la sección primera de lo Penal, con un voto particular discrepante de una magistrada que consideró que le amparaba la libertad de expresión, la Sala de Apelación advirtió de que los tuits analizados «no encajan dentro de la libertad de expresión», ya que rezuman «violencia» y una «banalización del terrorismo». Sin embargo, y a la luz de la doctrina del Supremo, del Tribunal Constitucional y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), los magistrados que revisaron la sentencia consideraron que concurren ciertas causas que «atenúan la responsabilidad penal» del rapero y por ello acordaron rebajarle la pena.

El rapero fue arrestado el domingo cuando volvía de un concierto homenaje en Castelló al histórico preso del Grapo José Francisco (Paco) Cela Seoane, que el pasado jueves abandonó la prisión valenciana de Picassent tras cumplir más de 30 años de condena.