Los dos grandes hitos de Ciudadanos en sus diez años de existencia son el triunfo de Inés Arrimadas en diciembre de 2017 en las autonómicas catalanas (que no le sirvió para gobernar la Generalitat de Cataluña), y el pacto con el Partido Popular en Andalucía de diciembre de 2018 que permitió liquidar el poder del socialismo que duraba ya casi 40 años.

A esos dos momentos se agarra Ciudadanos. Cataluña y la lucha contra el separatismo siempre están en la médula del discurso; nació para eso, pero ahora se suma también Andalucía, que se ha convertido en el modelo que Ciudadanos quiere exportar tanto al Gobierno de España como al de la Comunitat Valenciana.

El pacto andaluz, firmado con el PP con el apoyo parlamentario de Vox, planeó ayer en València sobre todos los discursos en el cierre de campaña de Albert Rivera. Un acto que se convirtió en un auténtico desembarco de cargos del partido, con la candidata al Congreso por Barcelona, Inés Arrimadas; el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, o la candidata al Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís, además de los principales dirigentes de Cs ante unas 2.000 personas (3.000 según la organización) en el jardín del Turia frente al Palau de la Música.

Rivera pidió ayer el voto de los valencianos para echar de La Moncloa a Pedro Sánchez, pero lo hizo en un discurso sin ninguna referencia a la agenda valenciana. El líder de Cs pasó por encima de los problemas de este territorio y no citó en ningún caso ni la falta de financiación ni la necesidad de infraestructuras como el corredor mediterráneo. «España» y «echar a Sánchez» fueron las palabras más repetidas.

Rivera no recoge el guante

Solo el candidato a la presidencia de la Generalitat, Toni Cantó, aseguró que si Rivera es presidente del Gobierno tras las elecciones del domingo la cuestión de la infrafinanciación quedará solucionada, aunque Rivera no cogió el guante en ningún momento.

La presencia del vicepresidente andaluz, Juan Marín, y las referencias al triunfo de las derechas en aquella comunidad tras casi cuatro décadas de socialismo estuvieron muy presentes.

Rivera llamó a importar ese pacto a España y ha aseguró que echarán a Sánchez si suman (las derechas) un escaño más y Cantó puso como modelo para la Comunitat Valenciana el acuerdo de la Junta con el PP, una alianza que aspira a reeditar con los populares valencianos y el apoyo en las Corts de Vox, que el día antes congregó a más de cinco mil personas en el Museo Príncipe Felipe.

Así, la presencia en el acto del vicepresidente andaluz, Juan Marín, tenía el simbolismo de que en estos momentos todos en Ciudadanos miran a Andalucía. Sin embargo, no pasó desapercibido en Ciudadanos que Rivera pasara totalmente de largo sobre la agenda valenciana y lo justificaban en que su discurso era en clave nacional. La única referencia de Rivera a València fue para alabar su clima en primavera y lanzar al final del mítin un grito de «vamos Valencia».

«Harto de los rojos y los azules»

Con palabras como respeto, libertad, esfuerzo, igualdad, modernidad, constitucionalismo, reformas o liberalismo, Rivera tejió ayer un discurso en el que se declaró «harto» de los debates entre rojos y azules y aseguró que no dedicará ni un segundo a hablar de los huesos de Franco o del aborto.

Donde más cómodo se encuentra Rivera es con Cataluña. Su diagnóstico es que tanto el PP como el PSOE llevan 40 años desaparecidos de esta autonomía, lo que ha dado alas al proceso soberanista. Así se comprometió si es presidente a recuperar el Estado y sus símbolos en Cataluña y la presencia de las fuerzas de cuerpos de seguridad del Estado en este territorio. «Los nacionalistas no nos van a chantajear nunca más», aseguró el líder de Ciudadanos, que volvió a reclamar como ha hecho estos días una selectividad única para toda España, una tarjeta sanitaria para todo el Estado y la equiparación salarial de todas las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado.

El impuesto de sucesiones

Pero si Ciudadanos tiene su razón de ser en la lucha contra el independentismo se diría que en la Comunitat Valenciana es el partido contra el impuesto de sucesiones, por la cantidad de veces que lo repite en los actos públicos.

De hecho, la única propuesta que planteó la número uno al Congreso por València, María Muñoz, (presentada como gurú de la economía) fue la eliminación de este impuesto, algo que Cantó hizo a continuación y que han repetido durante la campaña.

Durante su intervención, Rivera, mostró una papeleta de Ciudadanos y pidió el voto naranja porque el domingo vale el doble: «Por una cara echas a Sánchez y con la otra llevas a Ciudadanos a la Moncloa. Coged la papeleta naranja y daos el gustazo», remarcó.

Según dijo, casi una década después de que arrancara el proyecto de Cs, Rivera se siente preparado para tomar las riendas del Ejecutivo y por eso con que haya un escaño más para desalojar a Pedro Sánchez de la Moncloa y formar gobierno no va «a dejar pasar la oportunidad». El dirigente estatal de la formación naranja puso toda la diana de su discurso en atacar a Sánchez, insistiendo en que Cs nació para echar a personajes como él, pero sin dedica ni una sola palabra al PP ni siquiera para volverle a tender la mano en el caso de que den los números para formar gobierno, aunque dio por hecho un Gobierno de derechas si dan los números.

Vicepresidenta

Antes, Arrimadas, próxima vicepresidenta del Gobierno tal como es presentada en los actos electorales, aseguró que de lo que van estas elecciones es «de Sánchez o Rivera, de las mentiras de Sánchez o de la verdad de Rivera». Arrimadas reiteró sus críticas al independentismo catalán y a Sánchez por sus cesiones. Mientras, Cantó denunció que hace cuatro años, Puig aceptó que Compromís asumiera la educación de los niños valencianos, montara una mini TV3 y se quedara Economía y aseguró que Ciudadanos jamás aceptaría semejantes condiciones.

El candidato volvió a prometer 750 millones de ahorro con la supresión de duplicidades, enchufados y chiringuitos que irán a educación, sanidad, dependencia y a bajar los impuestos.

La cabeza de lista al Congreso por Valencia, María Muñoz, a quien los asistentes cantaron «cumpleaños feliz» aseguró que la misma «perseverancia» de los valencianos, que lograron que wasap incluyera el 'emoji' de la paella llevará a Cantó a la Generalitat.