La primera toma de contacto del nuevo Consell se produjo ayer por la mañana con motivo de la manifestación del Primero de Mayo. Sirvió para escenificar el reencuentro entre Ximo Puig y Mónica Oltra, hasta el domingo candidatos por el PSPV y Compromís, respectivamente, y ahora protagonistas del que será la segunda edición del Botànic.

Los todavía presidente y vicepresidenta dejaron las diferencias electorales a un lado para mostrar unidad. Oltra esperó, tras comparecer ante los medios de comunicación, a que llegara Puig. Hubo sintonía y atrás quedaron los reproches de Compromís de que el adelanto electoral había perjudicado a sus resultados en las urnas. «Habrá continuidad del Botànic», respondieron ambos preguntados por el futuro del Consell. La armonía precede a días de duras negociaciones.

Por ahora, poco se sabe y no parece que haya habido ningún movimiento. La continuidad a la que se refirió Puig se limitó a la forma, pero no tanto al contenido. Será único y de responsabilidad de todos, pero habrá que evaluar el momento político y ver cómo se puede ser más útil para la sociedad. «Hay que mantener lo que ha funcionado bien, pero mejorado» dijo. Puig fue más explícito porque no está tan conforme con revalidar el pacto sin más, sino que habrá que meter mano a la arquitectura institucional y «obviamente» tiene que haber cambios, en función de lo aprendido en estos cuatro años.

Esos cambios podrían pasar también por renovar a los miembros del Consell, pero Puig ayer no quiso entrar en detalles dado que aún están lejos «de cualquier combinación» desde la perspectiva del gobierno. Para ello, habrá que hablar con todos los interlocutores de los partidos y dio por seguro que habrá representantes de todas las formaciones.

Comisión negociadora

Antes de reunir a la comisión negociadora, se espera que Puig, Oltra y Martínez Dalmau, candidato por Podemos, se reúnan próximamente, dado que la semana que viene comenzarán los contactos ya que el 16 de mayo deben estar constituidas las Corts. «El reparto de fuerzas se hablará con tranquilidad», aseguró, y no respondió si el PSPV debería dirigir el área de Economía, que hasta ahora ha sido titularidad de Compromís, con Rafael Climent al frente.

No quiso extrapolar la configuración a tres al escenario político nacional. Preguntado por si el Botànic debe servir de ejemplo a Pedro Sánchez, como ya ha sido en otras ocasiones, Puig no se pronunció porque son entornos diferentes y cada uno tiene su singularidad.

También Oltra fijó el límite en el 16 de mayo para tener las conversaciones avanzadas sobre lo que será el nuevo Consell. Sin embargo, no se salió del guión del día: el continuismo, para la vicepresidenta, será seguir con el cambio de modelo productivo que arrancó hace cuatro años y que fue el cuarto eje del pacto del Botànic. «Debe basarse en una economía donde los trabajadores no tengan cada vez peores condiciones laborales», dijo. Por ahora, a Compromís solo le urge el contenido y las políticas económicas serán una prioridad.

Oltra no quiso desvelar nada más de la estructura gubernamental. Se ciñó al «primero el qué, luego el cómo y después el quién» que la coalición no deja de repetir estos días, tal como hizo en las negociaciones de 2015.

Como Oltra, Puig también se refirió al empleo valenciano. En eso sí habrá continuidad porque el Botànic seguirá con el crecimiento del empleo que, según indicó, en esta legislatura se ha incrementado en 250.000 puestos de trabajo. Se abordará la mejora de la calidad del empleo y se tratará de subir los salarios. «Hay que acometer una reforma profunda del sistema productivo desde el diálogo social».

Para ello, Puig anunció que la primera reunión del nuevo Consell («si finalmente soy investido presidente», matizó) será con los agentes sociales valencianos, para proyectar un nuevo tiempo de «diálogo social, estabilidad y honradez».

Oltra hizo hincapié en que el modelo productivo que abandere el Consell debe incidir en la lucha contra la precariedad laboral y el cambio climático y corregir la brecha salarial que sufren las mujeres, dado que España sigue a la cola de Europa.