Extorsión o simplemente negocio. Cinco alicantinos contra los que se ha querellado por presunta extorsión el bufete jurídico del exjuez Baltasar Garzón en nombre del fundador de Wikileaks, Julian Assange, defienden la legalidad de la negociación realizada por el periodista José Martín Santos y varios colaboradores para intentar vender por tres millones de euros abundante material escrito y audiovisual sobre el ciberactivista, detenido a principios de abril en la embajada ecuatoriana en Londres tras retirarle Ecuador el asilo político. Los denunciados, entre los que figuran periodistas e informáticos, niegan las amenazas y sostienen en su web Agencia6.com que se trató de un negocio con el redactor jefe de Wikileaks, Kristinn Hrafnsson, pero no con Julian Assange. Además, indican que presentaron en los juzgados una denuncia por «coacción, retención ilegal y amenazas».

Dicha denuncia, donde no se mencionan delitos concretos y se relata un presunto acoso policial en Alicante tras un encuentro en Madrid para negociar la venta de miles de documentos sobre Assange, ya ha sido archivada provisionalmente por el juzgado de Instrucción número 9 de Alicante, según han confirmado a este diario fuentes judiciales.

Por contra, sí se mantiene abierta una investigación del Grupo de Extorsiones y Secuestros de la Policía Nacional que coordina la Audiencia Nacional por la presunta extorsión de la que Levante-EMV dio cuenta el pasado domingo. Además de la querella presentada en la Audiencia, el pasado lunes se tramitó una nueva denuncia ante la Fiscalía General de Ecuador contra personal diplomático y de la empresa de seguridad de la embajada ecuatoriana en Londres donde Assange estuvo asilado desde 2012 e incluye también a los cinco vecinos de Alicante.

Responsabilidades

Fuentes de la defensa de Assange han señalado a este diario que la querella va dirigida «contra el grupo de españoles presuntos extorsionadores y los funcionarios de la embajada y del Ministerio de Exteriores de Ecuador que pudieran determinarse responsables». En el encabezamiento de la denuncia presentada en Ecuador, mostrada por el letrado Carlos Poveda, identifican a los denunciados como José Martín Santos, Alejandro, Daniel, Javier y Vincent. «Todos ellos residentes en un lugar indeterminado de la provincia de Alicante», según recoge la denuncia.

El único identificado con nombre y apellidos es el periodista que negoció la venta del material sobre Assange. José Martín Santos fue condenado en 2007 a más de tres años de cárcel por daños, simulación de delito y estafa, fallo que fue confirmado en 2008 por el Tribunal Supremo, que no admitió su recurso de casación. La Audiencia de Alicante consideró probado que quien fue director de informativos de la televisión municipal de Altea, simuló el robo de unos muebles de la herencia de la conocida periodista Encarna Sánchez y estafó a los dueños de una vivienda que estaba a su cargo con el fin de cobrar el seguro.

La denuncia presentada el lunes por los abogados Carlos Poveda y el exjuez Baltasar Garzón recoge varios artículos publicados en el diario Información -perteneciente al mismo grupo editor que Levante-EMV- sobre el periodista Martín Santos y antecedentes que los denunciantes consideran que son similares a los hechos denunciados ahora.

En una denuncia presentada en los juzgados de Alicante el pasado 10 de abril, el mismo día que los responsables de Wikileaks daban una rueda de prensa en Londres para informar de la presunta extorsión y la trama de espionaje en la embajada ecuatoriana, el periodista y otros dos alicantinos exponían que el portavoz de Wikileaks, Kristinn Hrafnsson, se interesó por la documentación escrita y audiovisual y concertaron un cita en Madrid. Tras una primera reunión para comprobar el material, un día más tarde se celebró otro encuentro al que, además del responsable de Wikileaks, acudió el abogado de Julian Assange, Aitor Martínez, del bufete Icolad, del exmagistrado Baltasar Garzón.

Los alicantinos denunciantes señalan que dicho letrado se mostró «hostil» con ellos y que no sólo no hubo acuerdo por la venta, sino que el letrado exigió la entrega del material sobre Assange y les advirtió de que podría haber consecuencias si no lo hacían. No lo hicieron y tras poner fin a la reunión se dirigieron a la estación de Atocha para regresar a Alicante.

Una vez en la estación de tren aseguran que se les acercaron unos policías que les pidieron los DNI y les hicieron fotografías que enviaron por WhatsApp. Prosiguieron el viaje hasta Alicante y nada más llegar fueron objeto de un seguimiento y persecución por parte de dos vehículos sin distintivos oficiales. Martín Santos y sus «colaboradores» señalan que fue un «auténtico acoso», ya que se les acercaron de forma imprudente y peligrosa.

Denuncia en comisaría

Los denunciantes optaron por dirigirse directamente hasta la comisaría, donde relataron lo ocurrido y mostraron las imágenes de los dos vehículos que les persiguieron. Aseguran que un agente les confirmó que se trataba de dos vehículos de la Policía Nacional y les sugirió que presentasen denuncia. Así lo hicieron al temer sssque la persecución estaba relacionada con los documentos sobre Julian Assange y su estancia en la embajada de Ecuador en Londres: visitas, conversaciones y datos relevantes que, según aseguran en la denuncia, salpican directamente a los gobiernos de Ecuador y Estados Unidos. Sin embargo, el juzgado no ha admitido a trámite la denuncia.

Este diario ha intentado contactar sin éxito con José Martín Santos y otros denunciados, así como con Wikileaks. No obstante, en la web Agencia6.com se están publicando vídeos e información sobre la polémica después de que Wikileaks denunciara la presunta trama de extorsión y espionaje. En una información bajo el título «Difamaciones sobre Agencia6», señalan que el responsable de Wikileaks es quien contacta con José Martín para pedirle «información y precio de esta exclusiva». Sostienen que el responsable de Wikileaks vio un millar de documentos, 120 vídeos y miles de wasaps. El precio de dichos archivos se fijó inicialmente en tres millones, pero Kristinn Hrafnsson reconoce en un correo que Martín Santos llegó a considerar la entrega gratuita del material, señala Agencia6 en su web.

Entre las reuniones y conversaciones de Assange, Agencia6 destaca unas con independentistas catalanes que le pedían «ayuda a cambio de una gratificación» o un audio donde el ciberactivista acusa al presidente ecuatoriano de venderle a Estados Unidos por dinero.