El siete veces conseller, Rafael Blasco, y sus acólitos en la mayoría de departamentos que dirigió negocian contrarreloj con la Fiscalía Anticorrupción un acuerdo que evite el segundo juicio por el desvío de las ayudas a la Cooperación, a cambio de la devolución del dinero defraudado. Ayer lograron una semana más de plazo para avanzar en estos acuerdos que, según informó el Fiscal Anticorrupción al inicio de la sesión de ayer ya se han cerrado con tres acusados secundarios, que ya han adelantado el dinero del que han admitido haberse beneficiado.

Algunas defensas intentaron retrasar de nuevo la vista del juicio, para que se formalicen los pactos, demora a la que no se oponía el Ministerio Fiscal, pero el presidente del tribunal de la sección quinta de la Audiencia de València, José Antonio Mora Alarcón, optó por una tercera vía que conformó a las partes.

Finalmente se celebró una sesión «light» del juicio en la que se plantearon cuestiones de forma como el orden de declaración de los acusados, si al principio o al final, como están aceptando algunas secciones de la Audiencia de València. Una opción a la que se opuso contundentemente el Fiscal Anticorrupción: «Es ilegal y sería el colmo del desbarajuste y del pitorreo que se aceptara en un juicio de estas características porque convertiría esto en un circo si se permitiera declarar primero a testigos y peritos al albur de las defensas».

Las defensas también solicitaron que los acusados puedan sentarse junto a sus letrados, aunque el presidente del tribunal advirtió que «no puede atender esta petición porque no tengo mesas para todos, pero podrán comunicarse libremente con sus clientes».

La sesión de trámite de ayer permite ganar seis días más para avanzar en el acuerdo de conformidad con la Fiscalía Anticorrupción que, según unas fuentes de las defensas, está encarrilado en un «90 %» aunque no completado, aunque otras califican la situación actual de «acercamiento» pero sin concreción en una conformidad definitiva.

Aunque en este toma y daca que siempre supone una negociación, el exconseller Rafael Blasco hizo ayer un gesto que, puede interpretarse de buena voluntad: permitir a la Generalitat la entrada en el chalet familiar de la Barraca d'Aigües Vives para que técnicos de Hacienda puedan realizar una tasación propia del inmueble.

Según los datos aportados por el propio Blasco, la vivienda está valorada en 400.000 euros y es el inmueble que aporta el exconseller, al parecer junto a un terreno de naranjos, para hacer frente a la cantidad que le reclama la justicia para poder alcanzar una conformidad.