¿Fines sociales? ¿Iglesia Católica? ¿Las dos? ¿Ninguna? Es una elección, una opción personal. Consiste en marcar una X en la declaración de la renta pero ese gesto, esa marca, cambia vidas porque supone una financiación asegurada «y extra» para que entidades y asociaciones sin ánimo de lucro puedan ampliar sus proyectos, independientemente de lo que los Gobiernos destinen en sus presupuestos y de las cuotas de los socios. Esa equis cambia vidas, las vidas de mujeres y hombres, niños y niñas que viven en exclusión social. Nacionales y extranjeros. Y con ese gesto, ni se paga más ni devuelven menos.

El año pasado, en la renta de 2018, más de la mitad de los valencianos marcaron la X (prevista en la casilla 106 de Actividades de Interés social). En porcenaje fue el 51,96 % de la población contribuyente, lo que se traduce en 1.142.670 personas y en 29.435.282 euros.

Con ese dinero se financiarán este año 2019 un total de 780 programas que desarrollarán 201 entidades sociales, 192 programas más que el año anterior. Sin embargo, el 48 % de los valencianos no marcaron la X. La casilla se quedó en blanco y ese dinero se destinó a fines generales.

La «rentaterapia»

Por ello, ayer las plataformas y entidades valencianas que conforman el Tercer Sector presentaron en la plaza del Ayuntamiento de València la campaña «Practica la Rentaterapia». «Si podemos convencer a las personas que no marcan la X solidaria de que lo hagan se dispondría de 21,4 millones más para atender a colectivos y personas en situación vulnerabilidad», explicó el presidente de la Plataforma Tercer Sector de la Comunitat Valencina, Luis Vañó, mientras a su alrededor un grupo de voluntarios vestidos de negro se organizaban para simular una equis humana en la plaza.

Vañó explicó que este año un 77,7 % de los fondos se destinará a programas de acción social, un 19,4 % a programas de cooperación al desarrollo y otro 2,8 % a iniciativas vinculadas con el medio ambiente.

En la declaración aparecen dos casillas, o la de fines sociales (106) o la de la Iglesia Católica (105). Eso significa que el 0,7 % de los impuestos que se recauden de cada contribución al IRPF se destinará a las ONG o a la institución religiosa.

En esta campaña tanto la Iglesia como las entidades sociales caminan de la mano ya que marcar una casilla no va en detrimento de la otra. Así, o se destina el 0,7 % -si se marca una casilla- o el 1,4 %, si se marcan las dos. «Ni te va a costar más ni te van a devolver menos. Es un gesto que no cuesta nada, un ejercicio que te sienta bien a ti y a más de 7 millones de personas que lo necesitan», concluyó Vañó, como portavoz de la iniciativa en la que participan la Plataforma de Voluntariat, la EAPN, Cruz Roja, Cártitas, Cermi, ONCE y la Coordinadora Valenciana de ONGD.