Cuando el 21 de mayo se celebre la sesión constitutiva del Senado habrá seis escaños vacíos pertenecientes a los cinco senadores designados por las Cortes Valencianas y a un senador autonómico por Castilla-La Mancha que ha sido elegido por Albacete y no tendrá sustituto hasta después del 26-M.

La peculiar conformación del Senado, integrado por parlamentarios elegidos en listas abiertas en las elecciones generales y por senadores que designan las asambleas legislativas autonómicas, provoca algunos desajustes en su composición que en esta ocasión van a ser muy patentes cuando se conforme la Cámara.

De hecho, el Senado de la XIII Legislatura no va a tener 266 escaños, como la anterior, sino 265, debido a que la pérdida de población en la Comunidad Valenciana hace que las Cortes Valencianas vayan a designar cinco parlamentarios en vez de los seis que tenían.

Así, la Cámara Alta se compondrá de 208 senadores electos y 57 autonómicos, de los cuales faltarán seis; por ello el 21 de mayo se sentarán en el hemiciclo 259 senadores, los que tras acatar la Constitución elegirán a su presidente y a los restantes miembros de la Mesa (dos vicepresidentes y cuatro secretarios).

En el caso de los cinco senadores valencianos, el problema estriba, han explicado a EFE fuentes parlamentarias valencianas, en que las nuevas Cortes Valencianas -elegidas el 28 de abril en la misma jornada de las elecciones generales- no se constituirán hasta el 16 de mayo, sin tiempo material para elegir a sus senadores.

Los seis senadores autonómicos valencianos de la XII Legislatura cesaron automáticamente en cuanto se disolvió el Parlamento autonómico en virtud de una reforma legal de 2016, cuando nadie pensó en que podía coincidir la disolución del Senado con la de las Cortes Valencianas, como ahora ha ocurrido.

Y aunque hay una excepción, la del senador socialista y expresidente valenciano Joan Lerma, que conserva el escaño porque es miembro de la Diputación Permanente, no podrá estar en la sesión constitutiva salvo que antes sea reelegido por las Cortes Valencianas, algo prácticamente imposible.

Por ello, al menos en un principio, no tiene garantizada su continuidad en la Mesa, de la que ha sido vicepresidente segundo durante la XII Legislatura, ya que muy probablemente no formará parte de la Cámara Alta cuando los senadores elijan a su órgano de gobierno en la sesión constitutiva.

Aunque desde la asamblea valenciana se han buscado fórmulas para acelerar lo máximo el proceso, las fuentes recuerdan que una vez constituida la Cámara el 16 de mayo se abrirá un plazo hasta el día 28 para que se constituyan los grupos, que son los que tienen que proponer a los senadores, es decir, cuando el Senado ya esté formado.

Además, las candidaturas de los grupos tienen que pasar por la Comisión del Estatuto del Diputado, y las comisiones se constituirán posteriormente.

Al margen del caso valenciano, que afecta particularmente a Lerma, uno de los senadores con más prestigio de la Cámara, también está el caso del senador del PP Antonio Serrano Aguilar, electo por Albacete y hasta ahora designado por las Cortes de Castilla-La Mancha.

Serrano Aguilar acudirá a la sesión plenaria del día 21 para asumir su escaño por Albacete, pero no habrá ningún senador que ocupe el escaño autonómico que deja, ya que lo tendrán que elegir las nuevas Cortes de Castilla-La Mancha elegidas el día 26; así que el PP tendrá un senador menos.

En todo caso, hasta la víspera de la sesión constitutiva no se sabrá con exactitud cuántos de los 265 senadores acudirán al hemiciclo.

De momento, más de una veintena han pasado ya por la Cámara para entregar sus credenciales expedidas por las Juntas Electorales Provinciales o por las asambleas autonómicas correspondientes y cumplir con los preceptivos trámites, como las declaraciones de bienes y rentas y también la de actividades.

A diferencia del Congreso, donde los nuevos diputados también pueden hacer constar voluntariamente los regalos recibidos en el pasado o sus expedientes académicos o formativos, en el Senado todavía no es preciso aportar esta información.

Las medidas para mejorar la transparencia en la institución aprobadas a final de legislatura en el Congreso han quedado en el Senado como "deberes" pendientes para su nueva Mesa.