El exgerente de Imelsa, Marcos Benavent, y exyonki del dinero confeso declaró ayer como investigado en la primera denuncia que la Diputación de València interpuso contra él después de desaparecer en las Navidades de 2014. La institución provincial, aún dirigida por el entonces alcalde de Xàtiva, Alfonso Rus, lo acusaba de estafa, falsedad y malversación de fondos públicos cometidos en el pago de tres pagarés emitidos en 2013 para abonar la sustitución del alumbrado en Llutxent, por valor de 60.000 euros, que nunca se llegó a ejecutar.

Una demanda que se investiga en el Juzgado de Instrucción 9 y que ha sufrido numerosas vicisitudes y en la que aún no había declarado Benavent porque, cuando se le citó, la causa estaba secreta y el exgerente de Imelsa se acogió a su derecho a guardar silencio. La causa ha llegado a estar archivada y con el auto de procesamiento dictado, situaciones que ha revertido la Audiencia de València.

Así que cuatro años después de que se iniciara el procedimiento, Marcos Benavent declaró finalmente ante el juez y el fiscal jefe de la sección de delitos económicos. Y lo hizo para implicar a su antiguo jefe, Alfonso Rus en el pago de la mordida de 60.000 euros. La operación, según confirman a Levante-EMV fuentes conocedoras de su declaración, se hizo a petición de Rus para desviar parte al Olímpic de Xàtiva, el equipo de la capital de la Costera que presidía el propio Alfonso Rus y que había vuelto a ascender a la Segunda División B en 2010 y que en la temporada 2013-14 se clasificó para disputar la Copa del Rey, competición en la que el equipo setabense quedó emparejado con el Real Madrid.

Colaboración de Estarlich

Según declaró Benavent, en el desvío de la mordida al Olímpic colaboró su presunto testaferro y hombre de confianza, Jose Estarlich, administrador de Berceo Mantenimientos, la matriz del conglomerado de sociedades y firmas pantalla creadas para facturar servicios no prestados a siete contratistas de la Diputación de Valencia y de Imelsa para saquear en torno a los cuatro millones de euros.

A su salida del Juzgado de Instrucción 9, Benavent fue interrogado por los periodistas sobre las últimas elecciones, en las que el exyonki del dinero aseguró que «no he votado, ni sigo a ningún partido» y que se veía venir la debacle del Partido Popular, su antiguo partido, «la Matrix», como se llegó a referir a él. Preguntado también por el caso Alquería, que investiga al expresidente de la Diputación de València, Jorge Rodríguez, por diez contratos irregulares a otros tantos enchufados del PSPV y Compromís, el yonki del dinero aseguró que esta causa es «una poca vergüenza. Dicen que van a limpiar la corrupción, entran y hacen un poco más de lo mismo. Todos detenidos y ¿después presentan un partido político? Esto es una poca vergüenza».

También se le preguntó por los papeles que le dió un sirio y que permitieron la apertura del sumario del caso Erial que afecta a Eduardo Zaplana. «Creo que cuando os dije que iba a salir mierda a punta pala lo acerté bastante».

Y por último, sobre el cuñado de Rita Barberá, José María Corbín, detenido por el presunto cobro de mordidas Benavent aseguró que «de todos eran conocidas las cosas», aunque no tuvo que pagarle ningún «peaje» para trabajar en el ayuntamiento. «El sistema de por sí es corrupto y perverso. Y progresa el que más profesional de eso es».