Los retos de la Unión Europea a nivel tecnológico, digital, de empleo y sociales son una máxima en cualquier debate europeo. Sin embargo, tras la introducción inicial, ayer dos temas dominaron el discurso: Venezuela y la crisis de los cítricos valencianos.

En la presentación en València de la iniciativa 'Día de Europa' para que el 9 de mayo sea festivo en toda la UE, los diputados y candidatos europeos José Manuel García Margallo (PP), Inmaculada Rodríguez Piñero (PSOE) y Maite Pagazaurtundúa (Cs), junto a otros, como bruno Sánchez-Andrade, del partido recién nacido Volt, definido como "paneuropeo", han discutido sobre las principales cuestiones europeas pero las preguntas de periodistas y asistentes no han salido de Venezuela y la crisis de la naranja.

A dos semanas de las elecciones europeas, tanto Margallo como Rodríguez Piñero han coincidido en la legitimidad de Juan Guaidó para reclamar el control en el país venezolano. Ambos han rechazado la injerencia militar de Estados Unidos en el conflicto pero coinciden en que algo hay que hacer, y "pronto".

En esta crisis parece evidente en Bruselas que debe ser España quien lidere la posición común, tal como otros países hacen en según qué conflictos. Así lo ha recordado el exministro, y Rodríguez Piñero ha recordado que el problema no se reduce al país, sino que también afecta a los 2 millones que lo han abandonado y a los 170.000 españoles que residen allí.

"Cuando un estado abdica de su compromiso de defender la seguridad de sus soberanos, la comunidad internacional no puede permanecer impasible", ha defendido Margallo. Eso sí, ha reconocido que el problema es que tiene que ser aprobado por Naciones Unidas, con el consiguiente "veto de China y Rusia".

El exministro ha abogado así por "buscar otra fórmula" y "darle un ultimátum a Maduro" para convocar unas elecciones presidenciales en Venezuela mediante un "paraguas internacional", ya que ha recordado que actualmente hay medio millón de españoles en este país que tienen la doble nacionalidad.

"Es momento de elevar la política al máximo nivel", ha defendido la socialista no solo en cuanto a la crisis europea, sino al rechazo de Irán de cumplir con el pacto nuclear o a la posición que Donald Trump ha adquirido y que está cambiando el juego en el tablero político. "Reconocer Jerusalén como capital para EE.UU fue un movimiento muy peligroso", ha dicho Margallo.

Ambos candidatos han respondido también a la problemática de los cítricos. No es una situación fácil y la solución no puede llegar por poner "vallas al campo" e impedir a Sudáfrica importar sus naranjas al territorio europeo. Pero sí puede conseguirse la unanimidad en la normativa y en las sanciones, para que haya las mismas exigencias en los productos que entran por el puerto de Rotterdam a los que salen de València. Además, Rodríguez Piñero también señaló la necesaria organización que tiene que producirse en el sector valenciano. "Tiene que haber un interlocutor", ha defendido.

"En Bruselas se ha aprobado una ley que establece exigencias en contratos para evitar abusos de los comerciantes a los productores", ha dicho. "Solo sobrevivirá quien ofrezca mejor producto", ha defendido Margallo.