Irai tiene 4 años y padece párkinson infantil, una enfermedad rara que solo tienen 130 niños en el mundo, que la impide moverse y hablar. Mañana viaja, junto a su familia, a Varsovia para ser intervenida con terapia génica, la primera española en hacerlo, lo que podría mejorar su calidad de vida. El párkinson infantil es la deficiencia de aminoácido aromático de descarboxilasa (AADC), un trastorno neurólogico heredado genéticamente que afecta a la capacidad del cerebro para producir neurotransmisores, especialmente la dopamina y la serotonia, que son esenciales y necesarios para la vida diaria.

Esta deficiencia, entre otras cosas, provoca que el cerebro de los pacientes esté como «desconectado» de su cuerpo, tal y como señala el presidente de la Fundación Columbus, entidad valenciana que ha iniciado un proyecto pionero de terapia génica para tratar esta dolencia.