En privado, parece que no hay duda entre los tres socios en que Ximo Puig será el president, de nuevo, de la Generalitat. Pero reconocimiento público de esta circunstancia, como el PSPV ha pedido en alguna ocasión (ya no), continúa sin producirse.
El fenómeno da pie a situaciones curiosas, pero que no pasan desapercibidas en las direcciones de los partidos. Mónica Oltra se refirió ayer al jefe del Consell (en funciones) como «el señor Puig», obviando el cargo. Por su parte, Ximo Puig señaló a continuación a la líder de Compromís como «señora vicepresidenta», remarcando ímplicitamente esa condición secundaria en la jerarquía.
Oltra quitó relevancia después al cruce de tarjetas de presentación, pero el hecho llamó la atención.
Como tampoco pasó desapercibido el hecho de que Oltra tiró además del papel de portavoz del Consell (lo que ha sido durante los últimos cuatro años) para tomar la voz cantante en la comparecencia ante los medios de comunicación. Fue ella la que respondió a la práctica totalidad de las preguntas.
Las estrategias y la puesta en escena siempre dice algo en este tipo de actos, así que Compromís se quedó con la mosca en la oreja al comprobar que la cita se desplazó del salón Pinazo de las Corts, donde estaba anunciada, a la más pequeña sala contigua donde se reúne habitualmente la Mesa de las Corts.
El movimiento dio lugar a dos fotos grupales, una en cada espacio. En la primera, Martínez Dalmau aparece en el centro. En la segunda, Oltra ocupa ese lugar. Poco es azaroso en el pequeño juego de tronos de la política valenciana.
