Este diario publicó recientemente una información que hacía referencia a la demora existente en los Puntos de Encuentro Familiar (PEF). Se centraba en el testimonio de Rosa Melguido, una mujer que lleva ya diez meses esperando a que el PEF que tiene asignado comience con el régimen de visitas a sus tres nietos por orden del juez, tras alcanzar las partes implicadas un acuerdo.
Sin embargo, la hija y el yerno de la mujer quieren puntualizar y desmentir algunas afirmaciones realizadas por la mujer. «Mi clienta no está abducida, ni su marido le ha dado mala vida, ni jamás ha sufrido episodio alguno de maltrato físico, psicológico o verbal. No está anulada. Tiene capacidad, libertad y autonomía para regirse en todos y cada uno de los ámbitos de su vida. Mantiene un contacto fluido y normal con su hermana, cuñados, sobrinos, tíos, primos y demás familia, amistades, compañeros de trabajo y padres de compañeros del colegio de sus hijos. Es una persona independiente, resolutiva, con criterio propio y que no deja que otra persona le imponga algo en contra de su voluntad», explica el abogado de la pareja.
La abuela de los tres menores interpuso una demanda civil de petición de régimen de visitas a favor de los abuelos. Esta demanda está fechada el 7 de noviembre de 2017. El fallo de la sentencia data del 11 de julio de 2018 y establece visitas en el Punto de Encuentro Familiar (PEF) «una vez a la semana, o de no ser posible por necesidades del PEF, con la frecuencia y horario que este determine». Eso durante los seis primeros meses desde que comiencen las visitas.
Una vez transcurrido este tiempo y siempre que haya informe favorable del PEF, los abuelos maternos tendrán derecho a «una tarde semanal de día lectivo desde la salida del colegio hasta las 20.00 horas en el que serán reintegrados en el domicilio familiar (día intersemanal, que será el miércoles a falta de acuerdo), así como un fin de semana al mes con pernocta de viernes a domingo (el primero de cada mes a falta de acuerdo, desde el viernes a la salida del colegio hasta el domingo hasta las 20.00 horas), así como una semana de las vacaciones estivales (desde el lunes a las 9.00 horas hasta el domingo a las 20.00 horas), que será la primera semana de julio si no hay acuerdo».
Las visitas que no llegan
Rosa, por su parte, recalca que «solo quiero ver a mis nietos, me retracto y disculpo por cualquier comentario que haya podido hacer porque mi intención es únicamente ver a las criaturas, qué crecen cada día, y decirles que les quiero, que sus abuelos los quieren y están para lo que necesiten. Espero que las visitas en el PEF comiencen pronto porque tengo muchísimas ganas de verlos, de que esta espera termine y de retomar la relación con ellos. Espero y deseo retomar las relaciones. Adoro a mis nietos, son lo que más quiero».
