? «Un payaso no es una persona que cuenta chistes de doble sentido», asegura Sergio Claramunt, fundador y director artístico de Payasospital. Es una reivindicación que tienen que hacer, a menudo, ante familiares reacios a que interactúen con los niños ingresados. Una de las negativas más habituales es aquella que se fundamenta en la edad del menor: «¡Pero si es un bebé, no se va a enterar de nada!, nos dicen». Ahí, los payasos tiran de recurso musical, de nanas, de marionetas... «y ves cómo ese bebé se calma, llora menos, te sigue con la mirada... mientras los padres se asombran. Todo está en saber adaptar la intervención porque no somos solo chistes. Nosotros molamos».

Otras veces no hace falta instrumentos, es cuestión de estar atentos a las señales y hacer una buena improvisación. «A veces no hay que hacer nada: el niño te recibe avisándote de que hay un foso y de que te puedes caer... o de que detrás de ti hay un dinosaurio. Ahí es fácil entrar en el juego. ¡Algunos son directores de escena geniales!».