Siete más dos, nueve. Esas son las escuelas de nueva construcción que la Conselleria de Educación planea abrir el próximo curso 2019-20. A las siete que ya avanzó ayer Levante-EMV que el departamento del conseller Vicent Marzà prevé tener listas en septiembre con la vuelta al cole, hay que añadir otras dos que espera acabar a lo largo del curso: los Colegios de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Cremona de Alaquàs y el Severí Torres de Villanueva de Castellón.
El CEIP Cremona de Alaquàs ha hecho historia como la «aldea gala» que plantó cara a los recortes educativos del Consell del PP bajo el lema «¡No separéis hermanos!». Esta escuela de 500 alumnos en tres líneas nació en barracones hace 11 cursos. En el 2014-15, la Conselleria de Educación de Mª José Català decretó su cierre progresivo para ahorrarse la construcción del colegio. Con el argumento de que Alaquàs contaba con suficientes centros construidos para atender la demanda, suprimió sus 3 aulas de 3 años. Al segar de raíz la incorporación de nuevo alumnado condenaba la escuela al cierre.
La izquierda asumió la movilización de las familias contra la muerte del Cremona, que todas las semanas protestaban ante el Palau de la Generalitat. El Botànic, en julio de 2015, reabrió las aulas cerradas y el president Ximo Puig y el conseller Marzà, inauguraron ese septiembre el curso en el Cremona con la promesa de construir el centro.
Las obras se adjudicaron por 4,7 millones en octubre de 2017 y comenzaron dos meses después. El plazo de ejecución es de 18 meses, por lo que el nuevo colegio tendría que estar acabado el próximo septiembre. Sin embargo, no parece que se vayan a cumplir los plazos. Aunque la estructura está acabada, al igual que el techo, falta levantar las paredes y la fachada. Desde Educación aseguran que la obra «irá más rápida en las próximas semanas». «El objetivo es que la empresa cumpla los plazos y el alumnado tenga la nueva escuela el próximo curso», subrayan.
Si no surgen contratiempos, la previsión de la conselleria es que el Cremona esté acabado antes de diciembre. Así, durante las vacaciones de Navidad se podría hacer el traslado y el alumnado retomaría las clases en enero en un colegio de verdad.
Otros centros en barracones que empiezan a ver la luz al final del túnel son el CEIP Severí Torres de Villanueva de Castelló y el CEIP Regina Violant de Almassora. Ambos son el primer ejemplo de la «tolerancia cero» del tándem Compromís-PSPV ante los sobrecostes en la construcción de colegios. Descartan repetir la fallida experiencia de la empresa pública Ciegsa del Consell del PP, que quebró tras dejar un agujero de más de mil millones en modificados de obra y precios hinchados. Por ello rescindió ambos contratos cuando las constructoras -que en un año apenas habían ejecutado una parte mínima de la obra- pidieron más dinero para acabar las escuelas con modificados que la conselleria no vio justificados.
Readjudicaciones
En Villanueva de Castellón, el colegió se readjudicó por 4,6 millones en octubre. El contrato se formalizó en noviembre con un plazo de ejecución de 15 meses y las obras comenzaron este febrero. «La previsión es que si los trabajos van a buen ritmo, puedan estar acabados durante el primer cuatrimestre de 2020, con lo que el centro se podría abrir o bien después de las vacaciones de Pascua o a finales de curso». La ampliación incluye la construcción de 8 aulas de Infantil, 15 de Primaria, comedor y gimnasio de este centro de 350 alumnos.
El de Almassora es un colegio de 600 niños en barracones desde que se creó hace 13 años. Se volvió a adjudicar hace un mes por 5,3 millones y, según Educación, «a finales de este mayo se reiniciará la obra».
Los 7 colegios de nueva construcción que se abrirán en septiembre son el CEIP 103 de València, el Colegio de Educación Especial La Encarnación de Torrent, el CEIP Cervantes de Gandia, el CEIP Nº 2 de Rafelbunyol, el CEIP Carraixet de Almàssera, el CEIP Emilio Lluch de Nàquera y el CEIP La Callosilla de Callosa de Segura.
