El primer encuentro de las comisiones negociadoras del nuevo Pacte del Botànic (de momento no se ha hablado formalmente de cambiarle el nombre) sirvió ayer para activar la negociación del acuerdo de izquierdas, que culminará con la configuración de un Consell de la Generalitat que por primera vez será tripartito.
Los negociadores de las tres formaciones (PSPV, Compromís y Podemos-EU) acordaron la creación, que se concretará en los próximos encuentros, de tres mesas separadas que tratarán cuestiones clave como el programa de gobierno, la arquitectura institucional (consellerias y cargos) y las alianzas municipales. Lo que se pacte en esas tres negociaciones tendrá que ratificarlo la mesa general.
Las tres mesas paralelas y separadas empezarán a trabajar después de las elecciones europeas y municipales del domingo 26 y cuando ya se conozca el nuevo reparto de fuerzas en los ayuntamientos. La política de pactos municipales va a estar, por tanto, muy pegada a la negociación de cuotas de poder del nuevo Botànic.
Ayer, la coincidencia general era que el primer Botànic no ha funcionado mal, pero que es necesario profundizar en muchas de las políticas. Se ha desarrollado un marco legislativo con más de 74 leyes nuevas, pero es necesario que esas normas se apliquen y generen derechos para la ciudadanía. La próxima semana una vez analizados los resultados del domingo, las comisiones negociadoras tienen previsto volver a verse los días 29 (miércoles) y 31 (viernes), según ha sabido este diario, aunque todos los grupos pactaron silencio sobre las fechas elegidas.
La exdiputada de Podemos Fabiola Meco, que ayer actuó como portavoz de su grupo, y que esta llamada a adquirir un papel relevante en la negociación, aseguró ante los medios que si la legislatura anterior (con Podemos fuera del Consell) significó un avance en derechos, la actual tiene que ser la de una mayor efectividad en las políticas públicas.
La portavoz de Compromís, Àgueda Micó, reforzó la idea de que el Botànic ya tiene un punto de partida con las 74 leyes aprobadas en la primera legislatura y que suponen una nueva forma de hacer política tras 20 años de gobiernos populares. Según Micó en cuatro años no se puede cambiar la inercia de los veinte anteriores.
Para el síndic de los socialistas, Manolo Mata, la reunión de ayer supuso una continuidad respecto a las que se han venido realizando estos años como seguimiento del Pacte del Botànic y añadió respecto al nuevo Consell que será «una suerte» que Podemos forme parte del gobierno valenciano.
Formalmente, la reunión era para iniciar la valoración de las políticas del primer Botànic por lo que los tres partidos compartieron documentos de evaluación e insistieron en que primero se hablará del qué (programa) antes del cómo (políticas) y finalmente del quién (estructura del gobierno).
