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Un plan "inviable por las altas cargas de urbanización"

En marzo de 2015 se licitó el desarrollo urbanístico del sector aunque se renunció por riesgos jurídicos y económicos

El plan parcial del Grao en el ámbito Grao-Cocoteros es una de las grandes patatas calientes urbanísticas de la ciudad de València, por ahora sin solución. El informe de la Intervención General de la Generalitat aportado al Juzgado de Instrucción 17, que investiga las presuntas irregularidades en la construcción del circuito de Fórmula 1, revela que en 2015 se intentó impulsar el plan parcial, pero no se pasó del intento por la inviabilidad de la actuación.

«En marzo de 2015 [cuando el consistorio aún estaba dirigido por la anterior alcaldesa Rita Barberá] el Ayuntamiento de València, mediante su entidad dependiente Aumsa (Actuaciones urbanísticas municipales SA), licitó el desarrollo urbanístico de este sector». Una operación urbanística a la que «se renunció finalmente, debido a los riesgos jurídicos y económicos existentes y a las elevadas cargas de urbanización que lo hacían inviable».

Cabe recordar que a la factura de casi 46 millones por el circuito de Fórmula 1, el futuro agente urbanizador del plan parcial del Grao habrá de asumir «las conexiones con el entorno urbano, la finalización del último tramo del jardín del Túria (sujeto a la construcción de un colector estructural que debe discurrir por él), así como la carga de soterramiento de la línea ferroviaria València-Tarragona», según señala la Intervención en su informe pericial.

Esta pastilla de terreno estaba llamada a ser un «delta verde» según el diseño vencedor del concurso internacional convocado en 2005 y que ganaron «ex aequo» el arquitecto francés Jean Nouvel (y el valenciano José María Tomás como socio local) y el despacho alemán GMP. Aunque este futuro delta verde de 16 hectáreas de jardines (más grande que la primera fase del Parque Central que tiene 11hectáreas) aún parece lejano.

Hoy por hoy la gestión directa de este plan urbanístico (por el Ayuntamiento de València a través de Aumsa) resulta una quimera debido a los elevados costes de urbanización en un ámbito urbanístico en el que el consistorio apenas tiene terrenos municipales. A mediados de 2018, el arquitecto José María Tomás volvió a presentar un plan revisado para abaratar costes de urbanización aunque las propuestas no acabaron de cuajar y generaron debate.

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