Una de las ciudades donde la noche del domingo se posarán todas las miradas es Ontinyent. Jorge Rodríguez, alcalde, expresidente de la Diputación de Valencia y uno de los principales delfines del PSPV hasta hace un año, cuando fue detenido dentro de la operación Alquería, compite con su expartido en una batalla que ha ido in crescendo en los últimos días.
Rodríguez es el principal favorito para ser el candidato más votado con su nuevo partido, La Vall Ens Uneix, como reconocen en privado en la dirección socialista. La pugna estaría centrada así en la cómoda mayoría absoluta de la que ahora disfrutaba el expresidente de la corporación provincial. Una irrupción con fuerza en el consistorio de la lista socialista encabezada por Margarita Llaudes y cuyo rostro más visible es Rebeca Torró podría acabar con la plácida situación de Rodríguez de los últimos cuatro años.
La cúpula del PSPV cierra la puerta a cualquier acuerdo con el exmilitante socialista. «Impensable», sostiene un miembro de la dirección de Ximo Puig. Cualquier aproximación con Rodríguez daría la imagen de que su abandono del partido fue un paripé pactado.
El valor electoral de Ontinyent, no obstante, puede ser más simbólico que real. La Vall Ens Uneix aspira a ser decisiva en la conformación de la próxima diputación. Sin embargo, en la cúpula del PSPV creen que este escaño puede no ser necesario para formar una mayoría con Compromís y Unidas Podemos, como la que ha funcionado en la última legislatura.
