La exjefa de servicio de gestión de programas de Cooperación de la Conselleria de Solidaridad, Maria Dolores Escandell, ha negado esta mañana haber tenido conocimiento de las irregularidades en la tramitación de las ayudas para la construcción de un hospital en Haití, que nunca llegó a ejecutarse. Escandell ha abierto la ronda de interrogatorios de los acusados que, o bien no han llegado a un acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción como es su caso, o sí que han admitido los hechos pero han mostrado su disposición a declarar.
Escandell ha negado haber sabido que el empresario Augusto César Tauroni estaba detrás de la Fundación Hemisferio quien acabó responsabilizándose de crear la oficina técnica del futuro hospital «por orden directa de Blasco». La exjefa de servicio ha limitado su intervención en los hechos a la revisión del expediente del centro hospitalario en julio de 2011, del que se encargó por orden de Marc Llinares y Josep Maria Felip, pero ha negado que amenazara a funcionarios con que «rodarían cabezas» si se llegaban a filtrar informaciones a la prensa. Escandell también ha descargado responsablidades en otros funcionarios que examinaron el expediente antes que ella. «Este expediente era de dos jefes de servicio, que no hicieron nada, y no están aquí sentados como estoy yo», se ha defendido la funcionaria.