Los pediatras valencianos han advertido de que el uso en exceso de dispositivos móviles incrementa el riesgo de obesidad en niños y las posibilidades de padecer otras enfermedades vinculadas a esta patología, como consecuencia del crecimiento del sedentarismo, según ha subrayado la Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP) en un comunicado.

Con motivo del Día Nacional de la Nutrición que se celebra el 28 de mayo, la SVP también recuerda la importancia de fomentar una dieta equilibrada desde la primera infancia, ya que es cuando se adquieren los hábitos alimenticios que perdurarán en el futuro. Además, recalca que es conveniente establecer unas reglas y un control sobre el uso de las nuevas tecnologías para evitar el sedentarismo.

El uso de dispositivos móviles y pantallas "se está incrementando en estas etapas de la vida lo que hace que se esté formando una generación de niños sedentarios", ha advertido el doctor Luis Blesa, presidente de la SVP.

"Cada vez los niños pasan más tiempo delante de una pantalla como puede ser el teléfono, el ordenador o la televisión, lo que, unido a una mala alimentación, puede incrementar el número de niños obesos", ha indicado.

Así, según un estudio de la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), los niños españoles pasan cerca de cinco horas diarias frente a algún tipo de pantalla, tiempo que se incrementa los fines de semana. Las últimas cifras apuntan a que los niños "no siguen unos buenos hábitos alimenticios" y que el sobrepeso y la obesidad se están incrementando en la población infantil.

En concreto, el 30% de los niños valencianos de entre dos y 17 años padece sobrepeso u obesidad, por llevar una inadecuada alimentación y una escasa actividad física, mientras que el 11 % está por debajo del peso recomendado, según la última Encuesta Nacional de Salud.

Asimismo, según datos de la Generalitat Valenciana, un 68,7 % de los niños menores de 15 años no consume verduras ni hortalizas a diario; un 35,5 % no consume fruta todos los días, un 8,5 % no consume legumbres durante la semana, y, en el caso contrario, un 48,4 % y un 34,5 % de los menores de 15 años toma aperitivos (snacks) y bebidas azucaradas, respectivamente, varias veces por semana, mientras que un 4,1 % consume diariamente pasteles, dulces o bollería industrial.

"Esta mala alimentación puede conducir a un exceso de peso con todos los riesgos que esto implica para la salud, pues incrementa las posibilidades de sufrir diabetes tipo II, patologías cardiovasculares o dolencias óseas y articulares, entre muchas otras", ha alertado el doctor Blesa.

Desde la SVP recuerdan que para solucionar los problemas de un peso inadecuado en la población infantil, los niños deben alimentarse de forma variada, con una correcta planificación que contenga una cantidad suficiente y balanceada de los diferentes grupos alimentarios, pero especialmente de frutas, verduras, hortalizas, legumbres, lácteos saludables y pescados.

"Es importante que desde la primera infancia inculquemos en los niños una serie de hábitos alimenticios saludables que favorecerán que en el futuro no consuman en exceso productos ultraprocesados, bollería industrial, harinas refinadas o cualquier otro producto con alto contenido en sal, azúcares simples o grasas no saludables", ha apuntado el especialista.

Sin embargo, esos hábitos "se ven a menudo influenciados por condicionantes sociales como el trabajo de los padres y las madres, los recursos económicos de las familias, el cuidador de los niños en ausencia de los padres, etc", ha detallado el doctor Blesa.

Por ello, muchos recurren a los comedores escolares por lo que también es importante prestar atención a la comida que toman en los colegios, resalta este especialista, pues "estos servicios tienen la gran oportunidad de intervenir a gran escala para inculcar una serie de comportamientos saludables y completar de forma coherente la educación nutricional de los niños".

Otro de los factores fundamentales para conseguir un correcto crecimiento y desarrollo durante la infancia y la adolescencia y evitar la obesidad, es realizar una actividad física regular. "La actividad física no programada y el deporte son actividades esenciales para el fortalecimiento del sistema musculoesquelético y para conseguir el índice de masa corporal adecuado, entre otros muchos beneficios", ha sostenido el doctor Blesa.

En este sentido, los pediatras valencianos aconsejan adecuar la actividad física de los niños a su edad y evitar que los menores utilicen los dispositivos audiovisuales más de una hora al día, o de dos horas en los más mayores, para eliminar las costumbres más sedentarias.

Asimismo, recuerdan que la práctica de ejercicio, deporte o juegos activos tienen múltiples beneficios, mejora la calidad del sueño e incrementa la salud física y mental de los niños y su bienestar. Estas serán las estrategias "más adecuadas" para prevenir la aparición de patologías como la obesidad u otras enfermedades asociadas, tal y como detalla la Organización Mundial de la Salud.