La posibilidad que se abre para Ciudadanos de alcanzar la alcaldía de Alicante tras la oferta lanzada por el líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, ha tenido un efecto inmediato en la formación que en el ámbito autonómico lidera Toni Cantó. La línea roja que desde el pasado mes de enero impuso el candidato de la formación naranja a los socialistas se ha dulcificado de forma inmediata.

Los socialistas están dispuestos a dar sus votos a la exportavoz de Cs en las Corts Mari Carmen Sánchez para que se convierta en alcaldesa de Alicante. Fuentes cercanas a Cantó aseguraron ayer que la línea roja y el veto a gobernar con los socialistas era solo para el gobierno de la Generalitat. Gráficamente aseguraban que a Cantó nadie le preguntó en campaña si aplicaría esa línea roja al Ayuntamiento de Alicante. Cantó no cree que pueda chocar con su discurso en campaña porque cuando hablaba del PSC valenciano se refería a Puig

El plan de los socialistas que podría llevar a Mari Carmen Sánchez a la alcaldía de Alicante (logró cinco escaños frente a los nueve de PP y PSOE) está en marcha y Ciudadanos no lo ve con malos ojos. A cambio el partido naranja apoyaría a los socialistas en la Diputación de Alicante.

Con todo, la operación es complicada porque hay reticencias sobre todo en Compromís, socio de los socialistas en la Generalitat.

El líder de Ciudadanos (Cantó) y el de los socialistas (Puig) coincidieron el pasado lunes en el Palau de la Generalitat en la recepción al Valencia CF tras su triunfo en la Copa del Rey. Ambos charlaron sobre la situación creada tras las elecciones municipales y hablaron también del equilibrio de fuerzas creado en Alicante tras los comicios y aunque las fuentes señalan que se trató de un encuentro informal, lo cierto es que Cantó no ofreció mala predisposición ni se cerró a la posibilidad de un trueque ayuntamiento-diputación.

El gran damnificado si esta operación llega a consumarse es el PP, que se quedaría sin opciones de alcanzar la alcaldía de Alicante y la diputación. La gran baza a favor de los socialistas es que tienen algo que ofrecer a Ciudadanos (la alcaldía) mientras el PP no puede poner nada al otro lado de la balanza con lo que ganarse a Ciudadanos para gobernar la diputación.

La decisión se tomará en Madrid

Con todo, la decisión que tome Ciudadanos no se adoptará en València ni en Alicante, sino en el Comité Nacional de Negociaciones de Gobierno que ha constituido el partido naranja. Ayer, el propio Rivera abrió la puerta a pactos autonómicos con dirigentes socialistas siempre que renieguen de Pedro Sánchez, pero lo hizo en un intento de endurecer el discurso tras abrir el día antes la puerta a pactos con los socialistas. Después, el número dos, José Manuel Villegas, añadió que exigirán a los socialistas para pactar que renieguen de posibles acuerdos con Podemos o independentistas, una frase que dificultaría su acercamiento al PSPV que se apresta a pactar un Consell de la Generalitat con Compromís y Podemos.

Pero las fuentes de Ciudadanos aseguran que no hay una directriz general sobre pactos y que se estudiarán caso por caso con el único límite de pactar con formaciones nacionalistas o populistas, lo que abre la puerta a un posible entendimiento en Alicante.

Requiere apoyo de Compromís

Pero el plan socialista para el Ayuntamiento de Alicante requiere de al menos un voto a favor de Compromís (dos escaños) o Podemos (otros dos), algo que desagrada profundamente a la formación que lidera Mónica Oltra, justo cuando se atisba la fase definitiva de la negociación del nuevo pacto en el Consell. Si Compromís rechaza esta vía, la otra opción es que Cs se alíe con el PP (que podría a su vez recibir el apoyo de Vox) aunque Barcala ya ha descartado que vaya a pactar con la ultraderecha. Aún así, Compromís rechaza de plano dar la alcaldía a Cs.

Con todo, los socialistas van a tratar de convencer a Compromís para que apoye a Cs con el mensaje de que con ello se evita la posibilidad deque Vox o sus ideas entren en el ayuntamiento, algo que no sería del todo cierto porque Barcala puede ser alcalde como candidato más votado. Además, el PSPV tratará de convencer a Compromís de que la izquierda conseguiría el poder en una de las diputaciones con más recursos a su disposición y más relevancia política, como es la de Alicante y de ese modo desactivaría una de las instituciones que más combativas se han mostrado con el Consell a la hora de recurrir leyes como las relacionadas con la lengua, la educación o las propias diputaciones, que la Generalitat aspira a vaciar.

Además, si la izquierda conquista la Diputación de Alicante alcanzaría prácticamente todo el poder institucional tras lograr el triunfo también en la de Castelló.

En la Diputación de Alicante populares y socialistas tienen el mismo número de escaños (14) por lo que el apoyo de Cs a algunos de los dos resultará decisivo.

Ayer por la mañana, la candidata a alcaldesa de Alicante, Mari Carmen Sánchez, aseguró que ninguno de los candidatos más votados, el popular y actual alcalde Luis Barcala y el socialista Francesc Sanguino le había llamado. Ambos tienen nueve concejales y necesitan a Ciudadanos para alcanzar la vara de mando.

Sánchez está predispuesta a hablar aunque no le gusta que se proyecte como un cambio de cromos. Cantó tampoco descartó de partida esta posibilidad aunque aseguró que se tiene que hablar en el comité de pactos nacional de Ciudadanos. Pero según Cantó, Cs quiere gobernar porque es la única forma de poner en marcha las políticas. Puig puso ayer más presión a Cs y reclamó que rompan la política de bloques con un pacto a la europea sin la extrema derecha. «Si hay buena voluntad, estamos dispuestos a actuar con la máxima generosidad, aseguró Puig.