Toni Gaspar quiere continuar como presidente de la Diputación de València. Así lo expresó ayer instantes antes del penúltimo pleno de la corporación con los resultados las municipales en mano de todos los partidos. Los socialistas renuevan la presidencia y todo indica que volverán a pactar con Compromís tras lo fluida que ha sido la relación en estos últimos cuatro años.

Lejos de la dinámica del Consell de «primero el qué» y «luego el quién», ayer Gaspar dijo estar fuerte para seguir al frente de la institución. Aun así, no depende de él, sino de su partido, elegir quién es el concejal o alcalde mejor considerado para ocupar uno de los escaños provinciales. En este caso, según él mismo garantizó, el PSPV le respalda. Al menos, la ejecutiva que dirige el presidente Ximo Puig, quien se ha expresado en diversas ocasiones en favor de la continuidad de Gaspar. Él mismo le designó de urgencia tras la detención del expresidente Jorge Rodríguez por el caso Alquería en junio de 2018. Pese a todo, ayer se puso a disposición de su partido y respetará «las formas, los plazos y la personas que deben tomar la decisión». El alcalde de Faura no tiene tampoco mala relación con la dirección provincial.

Destacan su perfil mediador

Gaspar ha encauzado las aguas más que revueltas de la diputación durante este último año y en el partido lo tienen en cuenta. Su perfil de mediador le ha valido buena parte de la estima que le tienen en la corporación, incluido sus socios en el gobierno.

Compromís secunda su candidatura. Hay sintonía (también la había con Rodríguez) y valoran la forma de trabajar de los últimos años desde que Gaspar era delegado de Hacienda. Destacan el tono conciliador y temen que en el PSPV apuesten por otro perfil que complique las relaciones.

El pleno de ayer supuso la despedida de Mercedes Berenguer, que pone rumbo al Senado. Dimitió de la presidencia del consejo de administración de Divalterra y le toma el relevo Emili Altur, diputado por Compromís que no repetirá en el próximo mandato y que ostentará el cargo durante el próximo mes y medio que se calcula que tardará en constituirse el nuevo plenario.

A la despedida de Berenguer se unió también la de Rosa Pérez Garijo. EUPV no estará en la diputación tras los resultados del 26M, un riesgo que conocían cuando decidieron ir en confluencia con Podemos pero dejando autonomía a los municipios. La dispersión del voto les ha perjudicado, pero aún así han mantenido cerca de diez mayorías absolutas y tres relativas.

Pérez lamentó tener que dejar el trabajo en memoria histórica, pero es un área que podría conseguir ahora en el Consell. Por su lado, Berto Jaramillo, de València en Comú, tampoco continúa en la institución y criticó que los resultados electorales reflejan que se han olvidado del trabajo «barrio a barrio».

Mientras, PP y Cs quedan en la oposición y ayer también calificaron la nueva etapa. Los de Rivera ven sus resultados en positivio porque, aunque lejos de gobernar, «siempre crecen», como dijo Mamen Peris. No es el caso de los populares, que han visto mermada su estructura local y en la diputación prescindirán de cuatro diputados.

Aunque la portavoz Mari Carmen Contelles no quiso hacer declaraciones, sí que intervino Juan Ramón Adsuara, alcalde de Alfafar quien reconoció que el PP «ha tocado suelo». Adsuara tiene opciones de ser el nuevo portavoz del grupo ya que los resultados en su municipio así le legitiman, algo que Contelles no puede aportar en La Pobla de Vallbona, donde el PP ha quedado en segundo lugar tras Compromís.