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Adicción

El tabaquismo todavía provoca miles de muertes en la Comunitat

El ministerio cifra en 2.469 las defunciones a causa directa del tabaco, mientras que los médicos de familia hablan de 6.000 fallecimientos anuales

El tabaquismo todavía provoca miles de muertes en la Comunitat

Colocar en las cajetillas de cigarros que «Fumar mata» puede parecer excesivo, pero no lo es, porque siguen produciéndose miles de muertes cada año. La última cifra de 500 muertes mensuales y 6.000 fallecimientos anuales de valencianos por tabaquismo la difundió ayer el coordinador del grupo nacional de Tabaquismo de la Sociedad Española de Medicina de Familia, Juan Antonio Ribera, en un acto en el que también participó el vicepresidente del Colegio de Médicos de València, Pedro Juan Ibor, ante el Día Mundial Sin Tabaco, que se celebra este viernes, 31 de mayo. En España serían 60.000 las muertes anuales relacionadas de forma directa con el tabaquismo, y unas 6.300 de forma indirecta.

Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad, 2.469 valencianos murieron a causa del tabaco en 2016. Además, el informe señala que hubo otras 10.980 muertes relacionadas con el tabaco. En total, el tabaquismo provoca -directa o indirectamente- más de 13.000 muertes en el territorio valenciano, según esa estadística.

El doctor Jaime Signes, presidente de la Sociedad Valenciana de Neumología, explica que la causa de muerte determina si el tabaco influye directa o proporcionalmente en la defunción. «Hay algunas neoplasias -como el cáncer de pulmón, laringe o esófago- que dependen del tabaquismo en un 90 %, luego hay otras enfermedades, como por ejemplo un infarto agudo de miocardio que puede estar relacionado con el tabaco pero tiene otros factores confluyentes como pueden ser la obesidad, el sedentarismo, el colesterol, etc.», argumenta el facultativo.

El Observatorio del Cáncer de la AECC afirma en un informe sobre tabaquismo que alrededor de 15 tipos de cáncer están provocados, en un porcentaje significativo, por el consumo de cigarrillos, destacando principalmente el de pulmón. El doctor Josep Maria Ramón Torrell, responsable de la Unidad de Tratamiento del Tabaquismo en el Hospital Universitari de Bellvitge (Cataluña), especifica que las enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco «son aquellas más frecuentes entre la población, y muchas de ellas con una elevada mortalidad, como el cáncer o enfermedades cardiovasculares y respiratorias».

Desde el Ministerio aseguran que de todas las muertes atribuibles al tabaco que se produjeron entre 2010 y 2014, el 50 por ciento fueron defunciones por cáncer, el 27 por ciento por enfermedades cardiovasculares y el 23 % por enfermedades respiratorias.

El doctor de Bellvitge incide en que «mientras el número de fumadores sea elevado es lógico que las enfermedades relacionadas con el mismo también lo sean». De esta manera, el consumo de tabaco propiciaría la aparición de cánceres de vejiga, laringe y páncreas -entre otros-, pero sin duda el cáncer más vinculado al tabaquismo y uno de los que mayor número de defunciones provoca es el de pulmón.

Carlos Camps, jefe de Servicio de Oncología Médica en el Hospital General de València y vicepresidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón, explica que «no puede ser que se sepa que el cáncer de pulmón lo produce el tabaco y no se tomen medidas activas», y añade que «la Comunitat Valenciana es un ejemplo en diagnóstico precoz de cáncer de mama y de colon, pero en el tema de tabaquismo aún está demasiado lejos».

Jóvenes y ley antitabaco

Los jóvenes son los que más fuman. El informe de la AECC señala que en la franja de edad de entre 25 y 34 años es donde se observa un mayor porcentaje de fumadores. Josep Maria Ramón Torrell explica que «a pesar de la normativa y de la regulación del tabaquismo, el número de fumadores se mantiene y esto indica que las estrategias legales deberían acompañarse de otras intervenciones para evitar que los jóvenes fumen y que los fumadores puedan dejar el consumo de tabaco».

Una visión que también comparte el Jefe de Servicio de Oncología Médica en el Hospital General de València, quien asegura que «lo primero que funciona es la educación, y lo segundo los impuestos». Además, el experto en tabaquismo añade que «las leyes antitabaco redujeron el número de fumadores, pero ahora estamos aún peor porque la gente se ha adaptado a fumar en la calle».

Según la AECC, la Ley Antitabaco 42/2010 supuso un gran avance en cuanto a la reducción de fumadores pasivos, ya que la puesta en marcha de la mencionada Ley provocó que el porcentaje de personas que nunca o casi nunca estaban expuestas al humo pasara del 47,5 % en 2009 -fecha previa a la entrada en vigor de la Ley- a 84,4 % en 2014. El doctor Camps explica que «las medidas fueron muy buenas», ya que «hubo un cambio sobre todo cuando los hombres dejaron de fumar».

Pese a esto, el número de fumadores jóvenes no ha variado desde aproximadamente diez años, y el vicepresidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón achaca esto a un problema de las campañas de concienciación: «el mensaje de muerte por cáncer no le llega a la gente joven, lo que habría que hacer es explicarles que el cáncer va a quitarles diez años de vida». «La educación es una de las estrategias más eficaces para reducir el tabaquismo. La cultura prohibicionista es efectiva, pero solo con mucha educación», asegura Camps.

Muertes por alcohol

Por lo que respecta al alcohol, la Comunitat es la quinta con la menor tasa de mortalidad relacionada con el alcohol. La tasa de defunción por cada 100.000 habitantes en el territorio valenciano es del 31,7 según los últimos datos del Ministerio de Sanidad. Se trata de la quinta más baja, por detrás de Madrid (23,9), Melilla (29,8), Extremadura (30,4) y Cantabria (31,6). El informe confirma que 2.407 personas fallecieron en 2016 por dolencias derivadas del alcohol. De estas, 159 fueron defunciones atribuibles y 2.253 relacionadas.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diferencia radica en que las atribuibles corresponden a traumatismos, en particular, resultantes de accidentes de tráfico, actos de violencia y suicidios, mientras que las relacionadas suelen ser transtornos mentales y comportamentales, enfermedades no transmisibles (como la cirrósis hepática), algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares.

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