La voz de alarma la dió primero Antonio Vercher, fiscal general de Medio Ambiente y Urbanismo. Ahora es Greenpeace quien denuncia que algunos de los municipios donde se originaron los incendios más devastadores del siglo XXI en España continúan sin planes locales de prevención, ni tampoco de emergencia. La Comunitat Valenciana figura en lugar destacado en la lista negra, con Cortes de Pallás y sus 30.691 hectáreas calcinadas el 28 de junio de 2012 y Andilla, con 22.518 hectáreas quemadas un día después. Son solo dos de los cuatrocientos sesenta y cuatro municipios de la Comunitat Valenciana que siguen sin una planificación previa que permita anticiparse o minimizar los efectos del fuego, como Llutxent, que el año pasao perdió 3.800 hectáreas por culpa de un rayo.
Aunque 254 ayuntamientos valencianos obtuvieron ayudas de la Generalitat Valenciana para redactar esos documentos tras una advertencia de Fiscalía, a día de hoy en la conselleria de Medio Ambiente solo se tramitan los 21 que han entrado por ventanilla. El plazo para presentar los proyectos a los que se han beneficiado de fondos públicos expira además en julio, tal como confirmaban ayer desde el departamento de Elena Cebrián. Llutxent entre ellos, ya que fue de los que recibió 7.200 euros. Los no beneficiarios cuentan con un año por delante para elaborar sus planes.
Un monte muy vulnerable
A Cortes de Pallás se le concedieron 9.000 euros para la elaboración de su estrategia antiincendios. La máxima aportación, atendiendo a su superficie forestal. Andilla, por su parte, no figura en la relación de consistorios que solicitaron subvención. Pese a ello, Consuelo Alfonso, alcaldesa de esta localidad de la comarca de los Serranos, asegura que han contratado los servicios de una firma de ingeniería forestal para la elaboración de la memoria. «En su día no pudimos pedir la ayuda de la conselleria por un problema burocrático, pero tenemos previsto hacerlo a posteriori», explica Alfonso, quien incide en que son «muy conscientes» de la necesidad de contar con estos planes. «Sufrimos dos grandes incendios, en el año 1993 y en 2012», reitera.
Greenpeace analiza otros ocho incendios ocurridos en territorio español, todos ellos en una situación meteorológica extrema, con un monte vulnerable a las olas de calor y sequías, en el que además se insertan viviendas. Algo contra lo que no se puede luchar según el grupo ecologista ampliando solo los medios para la extinción. «Los incendios ocurren con más frecuencia precisamente en zonas donde ya ha habido otros incendios», señalan. Así, consideran fundamental invertir también en la investigación de causas judiciales y en la mejora de las condiciones laborales de los operativos de extinción. «Muchas veces se redactan los planes, pero, si no hay presupuesto, no se implementan. No se puede pedir responsabilidad sin recursos», advierten.
La Fiscalía de Medio AmbienteFiscalía de Medio Ambiente ya envío en abril una circular a 151 alcaldías de los municipios - 53 valencianos- que han sufrido un mayor número de incendios para recordarles la obligatoriedad de contar con planes preventivos, advirtiendo de que no hacerlo podría ser considerado un delito.
