La ejecutiva provincial del PSPV eligió ayer a los 13 diputados que tendrán un escaño en la Diputación de València durante el próximo mandato. El órgano que dirige Mercedes Caballero ha hecho valer su poder y ha confeccionado una lista con buena parte de diputados afines y, por tanto, al sector de José Luis Ábalos. Así lo contemplaban los estatutos de partido y así se ha aplicado.

Así, los «abalistas» tendrán gran presencia en la bancada socialista. Con 42 votos a favor y siete abstenciones, la dirección provincial recibió críticas por no haber tenido en cuenta las preferencias en las comarcas. En general, se percibe que no se ha respetado la tradición «comarcalista» del PSPV, que trataba de hacer coincidir a los diputados provinciales con el peso político de las comarcas.

Han sido días de tensión entre los intereses de cada corriente interna y aunque la ejecutiva de país que dirige Ximo Puig decidió quedarse al margen, al menos, de manera oficial, los secretarios comarcales no ocultaron su malestar al no ver cumplidas sus propuestas por primera vez, según apuntaron algunas fuentes. Mientras, desde la dirección provincial restaron importancia a esta situación porque había que elegir a 13 diputados de más de mil concejales, una tarea que no puede satisfacer a todos.

Gaspar, la única renovación

En algunas comarcas sí se ha respetado como es el caso de Sagunt, el único diputado que mantiene su acta provincial. Se trata del presidente de la diputación y alcalde de Faura, Toni Gaspar, de quien se daba por hecho su permanencia. Todos los demás, renovación total.

En el partido judicial de Xàtiva la diputada será Pilar Sarrión, alcaldesa de Anna y la favorita de la dirección provincial. Se resuelve así la pugna con el alcalde de Xàtiva y secretario general del PSPV en La Costera-La Canal, Roger Cerdà, quien se postuló para la diputación pero se retiró en favor de del actual diputado de carreteras Pablo Seguí, estrechamente vinculado al expresidente de la diputación Jorge Rodríguez, que la dirección provincial deja como primer suplente.

También se resuelve a favor del abalismo el escaño de Llíria, que lo ostentará Ramiro Rivera, alcalde de Titaguas y no Lola Celda como propusieron. En la Ribera Baixa el diputado será Jordi Mayor, alcalde de Cullera, a quien le avala la victoria en las urnas del domingo, donde los socialistas en el municipio alcanzaron el 60 % del respaldo electoral.

Mientras, en el partido judicial de Alzira se ha designado a Andreu Salom, alcalde de L'Alcúdia, y en Requena a Isabel García.

Tampoco se entendió ayer que en Gandía se escogiera a Vicent Mascarell y no a Voro Femenia. En la reunión de socialistas del miércoles en La Safor, la dirección optó por Femenia, actual diputado de mancomunidades pero implicado en el Caso Alquería, lo que le cerraba casi todas las puertas a reeditar su escaño, como Ferraz ha dictaminado en casos similares. En este caso, Mascarell está estrechamente ligado al aparato socialista y a Ximo Puig, además de ser el vicesecretario de organización provincial.

Mientras las comarcas acogían con cierta reserva la confección de la lista, en l'Horta Sud puede decirse que ayer estaban contentos. Caballero consultó a los secretarios generales comarcales que le trasladaron la motivación de tener cuatro diputados, como finalmente se ha producido. Se eligió a Andrés Campos (Torrent), Carlos Fernández Bielsa (Mislata), Empar Folgado (Aldaia) y Pilar Molina.

Este último nombramiento, sin embargo, ha generado cierto malestar porque deja a los municipios «3.0» sin representación provincial. Se trata de localidades con importantes mayorías como Silla o Quart de Poblet, donde pertenece Bartolomé Nofuentes que no repite como diputado. Mientras, a Molina se le critica no tener un aval electoral, sino ser afín a la cúpula provincial. Mientras, Bielsa entra en la corporación tras quedarse a las puertas en 2015.

En l'Horta Nord los elegidos han sido Rafa García, alcalde de Burjassot y también hijo del sector de Ábalos, y a Amparo Orts que, aunque sin mayoría en Montcada, ha crecido su apoyo. Por tercer mandato consecutivo, València capital queda fuera del pleno.