La presunta «X» que permitió a la trama Gürtel campar a sus anchas durante cinco años en la Comunitat Valenciana ya tiene su propia pieza separada en esta macrocausa judicial que se investiga desde hace diez años. El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata comunicó ayer el procesamiento del expresidente de la Generalitat, en esta nueva pieza separada bautizada como «València 5-Camps-Grandes eventos». El titular del Juzgado central de instrucción número cinco de la Audiencia Nacional ve indicios suficientes para procesar al exjefe del Consell por los presuntos delitos de prevaricación administrativa y fraude a la administración.

Y centra las pesquisas en el único contrato investigado en esta causa que aún no ha prescrito para Camps, según su criterio: la adjudicación desde Presidencia de la Generalitat del «stand de grandes eventos» para la edición de 2009 de Fitur, que se adjudicó directamente a la trama Gürtel desde Presidencia, como sucedía desde 2004 (por estos últimos hechos cumple nueve años de cárcel la exconsellera de Turismo Milagrosa Martínez).

De hecho, el juez De la Mata sospecha que esta última adjudicación directa por parte de la directora general de Promoción Institucional, Dora Ibars (investigada en la causa) y que dependía de Presidencia se hizo para compensar la deuda de 800.000 euros que el PP tenía con Orange Market desde la campaña electoral de 2007. Para apuntalar esta acusación, el juez de la Audiencia Nacional volvió a citar a declarar a los cabecillas de la trama Gürtel, Francisco Correa, Pablo Crespo, Álvaro Pérez, también investigados en esta causa, y al exsecretario general del PPCV, Ricardo Costa, como testigo.

A partir de estas declaraciones y también de extrabajadoras de Orange Market (Isabel Jordán y Mónica Magariños) el magistrado José de la Mata concluye que existen «un arsenal de indicios, muy consistentes, cada uno de ellos suficientemente acreditado que permite afirmar que el entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps, participó en el direccionamiento del contrato de Grandes Eventos Fitur 2009 a favor de Orange Market, como venía haciendo desde 2005, a cambio de su paciencia y resignación ante el impago de la multimillonaria deuda que el PP de la Comunitat Valenciana tenía con Orange Market». Y también de la «colaboración» de la empresa de Francisco Correa «al aceptar las fórmulas ilegales de pago que el Partido Popular utilizaba para ir cancelando la deuda que mantenía con la empresa».

Ausencia de correos y llamadas

El magistrado De la Mata admite en el auto que «es cierto, como indica Camps Ortiz en su declaración, que no existen documentos que acrediten fehacientemente instrucciones [a Dora Ibars], ni tampoco conversaciones telefónicas, correos electrónicos o mensajes entre Francisco Camps y Dora Ibars. O entre ésta y las colaboradoras directas del presidente, Paula Sánchez de León y Nuria Romeral». Pero para el juez, «esto no significa, como pretende [Camps] que no haya quedado acreditado en la causa que Camps no proporcionara tales instrucciones directas e interviniera en el direccionamiento del contrato [de Fitur 2009] a favor de Orange Market».

El magistrado de la Audiencia Nacional llega a estas conclusiones tras escuchar los testimonios, sobre todo, de las extrabajadoras de Orange Market, Isabel Jordán y Mónica Magariños, quienes dieron detalles la estrecha amistad de Camps con Álvaro Pérez «El Bigotes» que el expresidente negó, como San Pedro, en su declaración en la Audiencia Nacional. Isabel Jordán, que llegó a ser socia de las empresas de Correa y que cumple condena por las primeras adjudicaciones de Fitur detalló al juez que «Álvaro Pérez tenía una relación directa y personal con Camps, porque desde 2003 se ocupaba de la gestión de todos los eventos del Partido Popular de València y de la imagen pública de Francisco Camps, lo que motivaba frecuentes encuentros entre ambos». Jordán incluso declaró en sede judicial «haber visto personalmente a Camps abrazar a Álvaro Pérez , diciéndole: 'Te quiero amigo', y haberle acompañado a la farmacia de la esposa de Camps, al menos en una ocasión».

Privilegios en los pliegos

En similares términos declaró la exadministrativa de Orange Market, Mónica Magariños, quien confirmó que desde 2005 la empresa «tuvo siempre en su poder los pliegos de los concursos» de Fitur. Magariños también acompañó en «varias ocasiones» a «El Bigotes» a la farmacia de la mujer de Camps, a su casa particular y declaró que éste asistió a la boda de Álvaro Pérez. Magariños también relata «dos episodios singulares», en palabras del juez. El primero Magariños relata cómo vio «personalmente a Francisco Camps abrazar y besar a Álvaro Pérez, diciéndole: 'Muchas gracias tío, te quiero mucho, muchas gracias por todo lo que haces por mí». El segundo se produjo en febrero de 2005, en el Club de Tenis de València, donde Camps garantizó a El Bigotes que se encargaría de organizar el Open de Tenis de ese año.

Son detalles que, para el juez De la Mata, acreditan «la estrecha amistad de Camps y Alonso» que alcanzaron compromisos mútuos: «Camps aseguraba el trabajo a Pérez Alonso (la producción de todos los actos del PP en la Comunitat Valenciana)» y «El Bigotes» «se trasladaba a València y montaba allí la empresa del grupo Correa» (Orange Market).

Esta cercanía es lo que propició, para De la Mata, que «la adjudicación del stand de grandes eventos [de Fitur 2009] fuera dirigida irregularmente (por Dora Ibars) a Orange Market» quien llevaba meses «ocupándose del diseño, acopio de materiales y preproducción». Incluso «El Bigotes llegó a hablar con Camps para asegurarse que esta adjudicación sería para él».