El catedrático Aníbal Ollero (Sevilla, 1952) es una autoridad mundial en robótica aérea. Lidera desde la Universidad de Sevilla el desarrollo de una nueva generación de drones que vuelan como los pájaros, lo que multiplica su autonomía y los hace más seguros en la interacción con las personas al carecer de hélice.

Viene de un congreso en Canadá, ayer estaba en Zúrich en una reunión de uno de los 12 proyectos europeos en robótica aérea que lidera. De allí viajará a Atlanta (EE UU) para asistir a un encuentro mundial. El Jaume I de Nuevas Tecnologías 2019, el catedrático de Robótica de la Universidad de Sevilla (US), Aníbal Ollero, siempre está en el aire. Quizás este vuelo permanente esté detrás de su sueño de alumbrar la nueva generación de drones pájaro para el futuro.

En Suiza conoce que el jurado de los Jaume I le ha dado alas a su liderazgo en esta tecnología a caballo entre la robótica y la aeronáutica. En conversación telefónica agradece un premio que valora como un «reconocimiento», no solo a su persona sino también a su equipo, «formado por 75 investigadores de la US y otros cuatro de del Centro avanzado de Tecnologías Aeroespaciales (Catec) de Sevilla», un ente semipúblico de la Junta de Andalucía para agilizar la transferencia tecnológica.

Sus drones «bioinspirados» son robots volantes «que aletean como los pájaros, lo que les permite ganar nuevas capacidades». La primera volar más tiempo: «ahora -relata- un dron pequeño se mantiene en el aire decenas de minutos, y si aprovechamos las corrientes de aire y planea como las aves multiplicamos su autonomía». La otra es que, al no tener hélices sino alas batientes, son «más seguros al interactuar con humanos, con lo que pueden posarse en la mano sin hacernos daño». Para desarrollar esta tecnología recibió el año pasado una Advanced Grant de 2,5 millones de euros, la ayuda de mayor cuantía y prestigio que concede el Consejo Europeo de Investigación (ERC). Una beca reservada a proyectos en la frontera del conocimiento.