Compromís no quiere cambios de última hora en el nuevo gabinete de Puig como ocurrió hace cuatro años en la configuración del primer Consell del Botànic cuando la propuesta que presentó el Bloc para ocupar la Conselleria de Educación fue cambiada en el último momento.

La coalición, como informó ayer este diario, quiere conocer los nombres que compondrán el futuro gobierno antes de la sesión de investidura del próximo 12 de junio. Compromís está dispuesto a llevar hasta las últimas consecuencias esa reclamación e incluso se plantea no votar a favor de la investidura de Ximo Puig en el pleno del próximo miércoles.

El síndic en las Corts, Fran Ferri, aumentó ayer la presión sobre sus socios al dejar en el aire el apoyo de su grupo parlamentario a la investidura de Puig al asegurar que si el «quién» no está cerrado antes de ese día no la apoyarán.

«Hay que llegar teniendo cerrado el qué, el cómo y el quién del pacto y Compromís votará la investidura, o no, si no está cerrado todo eso», aseguró Ferri.

Sería una abstención en un pleno que, según el reglamento, puede tener hasta dos votaciones, una primera por mayoría absoluta y una segunda 48 horas después por mayoría simple, es decir más votos a favor que en contra.

Con todo, un voto de Compromís que no fuera el sí a Puig sería una bomba política con el segundo Botànic a punto de arrancar. Sobre esta cuestión, entre los socialistas se considera que este amago de Compromís de no apoyar la investidura obedece más a equilibrios internos de la propia coalición que a una presión sobre el presidente Puig, ya que el cambio que se produjo a última hora en 2015 y que ahora (sobre todo el Bloc) quiere garantizar que no se repita contó con el beneplácito de Mónica Oltra, que modificó a última hora la propuesta de conseller de Educación planteada por los nacionalistas, Gracia Giménez por Vicent Marzà.

Además, los socialistas consideran que el presidente no puede anunciar públicamente el Consell antes de la sesión de investidura por lo que tendrá que buscarse una fórmula para que Compromís conozca la decisión sin que este la anuncie formalmente.

Uno de los nombres que el Bloc tiene previsto plantear para que siga en el Consell es el del responsable de Educación, Vicent Marzà, ya que consideran que aún quedan cuestiones de este departamento por solventar, como el programa Edificant que busca la eliminación de barracones. De la misma forma se plantea en Compromís que el área más social del Consell siga en manos de Mónica Oltra porque también queda todavía mucho trabajo por hacer.

Mientras, el síndic de Unides Podem, Rubén Martínez Dalmau, insistió ayer en rechazar que la toma de posesión de Puig se celebre en domingo porque abrir la cámara cuesta 10.000 euros extra, una posición en contra que también apoya Vox.