Después de que la plataforma por el cierre de los Centros de Internamiento para Extranjeros «CIEs NO» alertara del caso de un chico argelino que ha estado casi un mes interno en el CIE de Zapadores siendo supuestamente menor de edad, o al menos sin realizarle correctamente las pruebas para determinar su edad ósea, otro joven de su misma nacionalidad fue sometido ayer a dichas pruebas en el Instituto de Medicina Legal de València, determinándose finalmente que se trataba de un menor.

Las radiografías realizadas situaban inicialmente su edad en una franja comprendida entre los 17 y los 19 años. La Fiscalía de Menores, a quien llegó la solicitud de su letrada apenas un día antes, acordó en base a dichas pruebas que se trata de un Mena -menor extranjero no acompañado- y se le tratará por tanto como tal.

Por su parte, el otro supuesto menor quedó en libertad el martes por la tarde debido a que el consulado argelino no lo reconoce como ciudadano de su país y por lo tanto no se le puede expulsar. Aunque el objetivo inmediato de la plataforma era paralizar su expulsión, ahora el joven se encuentra en la calle y sin que hasta la fecha se le haya realizado todas las pruebas pertinentes para determinar su edad ósea, salvo un examen radiológico de la mano que se le practicó en Almería cuando llegó en patera a otros hombres el pasado 7 de mayo.

En la misma se situaba su edad en unos 19 años, aunque la plataforma considera que se está incumpliendo el Documento de Consenso de Buenas Prácticas entre los Institutos de Medicina Legal de España, cuyo protocolo establece que no es suficiente con este tipo de prueba efectuado en el hospital de Almería sino un estudio radiográfico del carpo (muñeca) de la mano izquierda, un examen de la cavidad oral, así como un estudio radiográfico dental.

Aportó una partida de nacimiento

En el caso de este nuevo joven, también procedente de Argelia, y al que se le realizaron ayer las pruebas para determinar si realmente es o no menor de edad, su letrada presentó el martes un escrito alegando que dicho interno del CIE era menor. Así adjuntó una partida de nacimiento escaneada, aunque en dicho documento no constaba ni la fotografía ni la huella ni ningún otro dato que permitiera acreditar la edad del interno, según aclararon fuentes de la Fiscalía de Menores de València.

Pese a ello, y en base a ese documento, el fiscal acordó que se le realizaran las citadas pruebas. Tan solo un día después el joven fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de València y al Hospital La Fe para realizarle la radiografía de la muñeca, una ortopantomografía y un estudio radiológico de la clavícula, las tres pruebas que deben determinar su edad ósea aproximada.

Según ha podido saber este periódico, aunque las pruebas no eran del todo concluyentes, situando una de ellas la edad en 17 años y la otra en unos 19, finalmente se ha establecido una edad de 18 años con un margen de error de unos seis meses. En dicho caso y sumado a la partida de nacimiento aportada la Fiscalía de Menores lo considera ya un Mena.

Peor suerte corrió el otro supuesto menor cuya solicitud de realización de las pruebas fue rechazada por la Fiscalía alegando que «no se acompaña documentación ni dato alguno nuevo del que inferir que el interesado pudiera ser menor de edad más allá de la valoración subjetiva de la letrada sobre su apariencia como menor y la manifestación del mismo de haber nacido el 21 de marzo de 2003».