La digitalización de la documentación clínica de los pacientes que todavía se guarda en centros de salud y hospitales es un proceso que están abrazando en todos los departamentos de salud valencianos pero en el de la Ribera va a tener una motivación extra: liberar espacio en un hospital que se ha quedado pequeño.
El departamento está buscando una empresa que digitalice los 5 millones de páginas de informes y documentos clínicos que todavía tiene almacenados en el hospital de Alzira y en los centros de Almussafes y Sueca, cinco millones de páginas que ocupan un volumen considerable: 8.362 cajas (o contenedores como se llama en el argot) de papeles que están ocupando un espacio precioso.
La propia conselleria ha reconocido que el proceso de digitalización que ahora se quiere contratar (por 704.000 euros y una duración de tres años) dejará espacio para construir «8 nuevas consultas especializadas».
El deshacerse de todo ese papel (que data de 1999 e incluso de cuando funcionaba el centro de especialidades de Alzira) es una más de las estrategias puestas en marcha por la administración para optimizar el espacio del hospital de Alzira desde su reversión a la gestión pública en abril de 2018. El centro se definió como un hospital comarcal pero pronto empezó a crecer en servicios y, en la práctica, es un hospital terciario con un movimiento de pacientes y servicios similar a centros de mayor tamaño pero sin las camas, consultas o quirófanos de otros hospitales.
La ampliación y reordenación de espacios fue, de hecho, una de las primeras obsesiones de la ya exgerente, Isabel González, que puso en marcha la construcción de un nuevo quirófano (que se va a construir en la segunda planta) y de un plan director que hará ganar al hospital 10.000 m2 y que reunirá todas las consultas externas y dejará metros en el edificio para ampliar zonas que lo necesitan: UCI, urgencias, hospital de día polivalente y oncológico, cardiología, radioterapia, además de zona de hospitalización.
Procesos aún en papel
La documentación que aún se guarda en los archivos del hospital y de los centros de salud comarcales no son las historias clínicas en sí de los pacientes que ya están digitalizadas sino multitud de documentación relativa a pacientes pero también a funcionamiento y gestión hospitalaria que todavía se genera en papel. De esta manera, hay almacenada documentación de urgencias, de paritorios, de altas, de radioterapia, hojas de calidad, pruebas complementarias o consentimientos informados además de resultados de pruebas como los electrocardiogramas que, hasta hace poco, no se emitían de forma digital.
La tendencia, tanto en Alzira como en el resto de áreas de salud valencianas es a digitalizar cuanta más documentación sea posible tanto para enriquecer la historia clínica de los pacientes que está en la nube y accesible desde cualquier punto en el que sea necesario, como para evitar la custodia de papeles que ocupan espacio y son susceptibles de perderse en incendios o inundaciones.
En la práctica clínica se está imponiendo el que tanto las pruebas como los informes se emitan directamente en soporte tecnológico evitando el papel aunque todavía hay documentación «sensible» como todos los consentimientos informados o procedimientos que necesiten la firma física de los pacientes que aún tardarán en tener su trasunto cibernético.
