La negociación del nuevo gobierno valenciano ha desatado algo más que fricciones entre los componentes de una de las tres candidaturas en la mesa. Realmente, la interlocución es ya a cuatro bandas, afirmaban ayer dirigentes de Esquerra Unida del País Valencià (EUPV). Podemos, sus socios en la confluencia Unides Podem, no puede atribuirse su voz, señalaban las citadas fuentes, porque no existen consultas o consensos sobre los extremos que han ido surgiendo durante la negociación.

El factor clave es el reparto interno de la porción del gobierno que tendrá la confluencia. EUPV ha dejado claras sus pretensiones públicamente desde antes del inicio de las conversaciones: aspira a una conselleria, consciente de que puede ser una menor dada la representación electoral obtenida (dos diputados). Pero quiere estar en la mesa del Consell bajo el argumento de que lo contrario supone perder visibilidad.

Podemos, sin embargo, no aclara las intenciones sobre las dos carteras que, a día de hoy, serían lo que correspondería a la confluencia del nuevo ejecutivo. «Estamos negociando en nombre de Unides Podem, una vez se resuelva la configuración de gobierno se decidirá qué papel ocupa cada organización dentro de él», señalaban ayer fuentes de la formación morada a este diario. Esta da por hecho que podrá tener un área con rango de vicepresidencia, como publicó ayer Levante-EMV, «lo que no está claro es que si tenemos dos conselleries, una sea para EU», agregaba otro responsable de la formación.

El partido que encabeza Rosa Pérez Garijo teme que detrás de la negativa a aclarar el destino de las dos conselleries está una estrategia de la dirección de Rubén Martínez Dalmau para quedarse con las dos en el último momento, sin capacidad de reacción.

Fuentes de EUPV aseguran que han intentado en los últimos días dialogar con sus socios sobre esta cuestión sin obtener respuesta. Por ello, aseguran, no existe consenso ni consultas internas y los portavoces de Unides Podem no se pueden atribuir la voz de EUPV en la negociación ni los emisarios de este partido intervenir en la mesa representando a Podemos.

EUPV anunció en su día que, de no entrar en el Consell, no firmará el acuerdo de gobierno y ejercerá una actividad de control del ejecutivo desde las Corts. Sí que respaldaría la investidura de Ximo Puig y no se aliaría con la oposición conservadora. No obstante, esa situación dejaría al Consell con solo 50 votos (el mínimo de la mayoría absoluta) en las Corts.