«La tendencia al calentamiento del agua del mar seguirá, aunque pueda atenuarse», señala Francisco Pastor, uno de los investigadores del último informe del Ceam. «El área mediterránea ha sido definida como un punto caliente para el cambio climático. Sus interacciones, intercambios de calor-humedad, con la atmósfera desempeñan un papel fundamental en sus condiciones ambientales», explican desde el Ceam. «Es por tanto, crucial estudiar su comportamiento pasado y vigilar su situación actual para comprender posibles escenarios futuros en la región», enfatizan desde el centro, que depende de la Generalitat
