El día «D» ha llegado. Las Corts celebran hoy miércoles el pleno de investidura de Ximo Puig. Nunca antes una sesión para elegir presidente de la Generalitat había estado rodeada de tanta incertidumbre en las horas previas. Cuando en el pasado fue necesario un pacto entre partidos (1995 o 2015), siempre se firmó antes del pleno. Ahora, no.
Por eso, la investidura de hoy tiene elementos diferenciales. Uno es la tensión previa y unas negociaciones que se han endurecido mucho en las últimas horas hasta abocar al colapso.
Si el lunes era Podemos el que dejaba la investidura en el aire, ayer era Compromís el que se sentía humillado y no descartaba para hoy ningún escenario. Nadie sabe qué puede pasar.
Por eso coge fuerza la posibilidad de que el pleno comience como está previsto a las diez de la mañana, pero que una vez intervenga el candidato, Ximo Puig, el pleno se suspenda y se dé un plazo de 24 horas para su reanudación, lo que serviría a los negociadores para ganar tiempo, aunque supondría un desgaste para los tres partidos.
En caso de que no hubiera acuerdo (la opción más probable al cierre de esta edición), el presidente de las Corts, Enric Morera, tiene la posibilidad de suspender el pleno tras el discurso del candidato y convocarlo de nuevo en un tiempo máximo de 24 horas, que podría ser el jueves por la mañana.
Pero Morera no contemplaba ayer esta posibilidad y defendía que el pleno tiene que empezar y acabar el miércoles. Los partidos también entendían que esa era la opción más plausible.
Sin embargo, otras fuentes conocedoras de la negociación del Botànic no descartaban la posibilidad de que el pleno se suspendiera y se reanudara el jueves para acabar de perfilar el acuerdo. Incluso apuntaban anoche que se había hecho llegar a Morera el mensaje de que tuviera en cuenta la posibilidad de extender el pleno hasta el jueves.
Si finalmente hay acuerdo, lo normal es que Morera suspenda el pleno por unas horas y que la síndica del PP, Isabel Bonig, dé la réplica a Puig por la mañana en orden de mayor a menor representación, por lo que el resto de portavoces (Ciudadanos, Compromís, Vox y Unides Podem) intervendrían por la tarde. El último será el PSPV, partido que propone al candidato a la presidencia de la Generalitat.
En principio, en las Corts Valencianes. En 2015 se votó sobre las 20.30 horas, pero es probable que, si finalmente se llega a este punto y el pleno no se suspende antes, hoy se sobrepase esa hora porque hay un grupo más que entonces. Sería una sesión larga, que comenzará a las diez y puede alargarse hasta entrada la noche.
Mientras, la distribución de los grupos en el hemiciclo será la misma hoy que en el de constitución de las Corts el pasado 16 de mayo. Será de manera provisional porque Podemos no renuncia a tener presencia en la primera fila tras los miembros del Consell. Pero ayer no hubo acuerdo sobre la exigencia de Podem de tener dos representantes en primera fila y la formación morada, aunque no da su brazo a torcer, se conforma provisionalmente porque no quiere que los sillones estén en el centro del debate. En el pleno de hoy seguirán en el «gallinero».
Una votación en el aire
Ayer era Podemos el que anunciaba ya casi de noche que no podía garantizar su voto a favor de la investidura de Ximo Puig. Horas antes, la portavoz adjunta de Compromís, Aitana Mas, del mismo partido que Mónica Oltra (Iniciativa) decía que la coalición se sentía humillada por lo ocurrido en las negociaciones, en la línea que marcó Oltra el lunes.
